37- Sol Frío (Crónica de un robo). Por Amón
- 4 octubre, 2012 -
- Relatos -
- Tags : 9 Certamen de Narrativa Breve 2012
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Ladrón o ratero de oficio, vago por convicción, solo podía enorgullecerme del amor que sentí y me tocó derramar por mi hija…
Podía sentir como fluía, a borbotones rítmicos y se desparramaba , tratando de entibiar por afuera , lo que ya estaba frío por dentro.
Pequeños riachos incipientes de espesa savia de hombre, despuntaban de cada golpe, la gran máquina se estaba quedando sin combustible para bombear, pues el que salía, no tenía retorno posible.
Estaba ya despuntando un sol tímido, rojizo, casi temeroso, de encontrarse nuevamente con las miserias de este mundo ,… asomando curioso entre las nubes blancas y grises que lo ocultaban a medias.
Ella;no comprendía lo que había hecho, sus manitas empapadas de sangre, sus ojos desmesuradamente abiertos en una pregunta ,… que no tendría más respuesta que una estúpida sonrisa amarga que asomaba en mi boca desdentada.
Continuaban ladrando los perros de la villa, no habían parado de hacerlo en toda la noche, las ratas mañaneras corrían por el techo de medias chapas, que empezaban a calentar por efecto del sol, silbaba la pava sobre el calentador de kerosén, poniendo una cortina tenue de vapor a la escena.
Goteaba aún la sangre en su manita alzada sobre mí, sosteniendo como un trofeo macabro, el relámpago de hierro, que en una tormenta de miedo y desesperación, había entrado y salido de mi pecho muchas, muchas veces.
Sonó el despertador, cortando el silencio como un cuchillo afilado, pero…
¡ya estábamos tan despiertos.¡
Alcé mi mano para acariciar sus cabellos, y empezaron a rodar lágrimas silenciosas de sus ojazos achinados.
Había yo cruzado la puerta con el revólver en la mano, agitado, …todo manchado de la sangre del pelado.
La noche había sido fructífera, dos estéreos con cd, una billetera con muchos dólares, una valija de herramientas, ¡al fin, la suerte nos había sonreído!, ¡Je¡… sonreído.
Si bien, la alarma del auto que habíamos reventado no paraba de sonar, igual regresábamos a buen paso pero tranquilos, porque la calle estaba desierta.
Diría,… casi un golpe perfecto.
Fue el puto custodio de la fábrica de al lado de la villa, que, aunque no tenia nada que ver, nos la tenía jurada y aprovechó la ocasión.
Cuando pasábamos, ya caminando,… sin aviso alguno, nos disparó a quemarropa con la escopeta recortada. Le voló limpia la cabeza al pelado y me salpicó de sangre.
Yo, le tiré con la 38 hasta vaciarla y se quedó en el piso agarrándose la barriga de cerdo…Enseguida salí corriendo porque ya se escuchaban las sirenas de la policía.
Siempre le he dicho a la nena, si escuchas tiros, quédate detrás de la puerta y aunque tengas miedo, al bulto nomás, en el pecho, si alguien se mete sin avisar le clavas el hierro.
La noche fría, … yo, con el pasamontañas puesto,… todo salpicado con la sangre del pelado, el miedo que se agiganta en la soledad y sin avisar con el silbido de costumbre, …entré corriendo.
Entonces la antorcha afilada salió de detrás de la puerta y entró en mi pecho como si fuera de manteca, sujetándome el corazón como mariposa engrampada con un alfiler, uno,.. dos aleteos … tres… La abracé, apretándola contra mi pecho herido, dejé el acero filoso donde había entrado, sabia que era inútil retirarlo, solo deseaba que mi último abrazo durara para siempre…
Ya no fluye mas la sangre, el sol ahora, resplandece en el cielo mañanero, despierta la villa con un bostezo de mal dormida, el bolso con el botín desparramado en la entrada.
Caí con una pierna afuera y la otra adentro.
Mi perro aúlla lastimosamente, me lame la mano entibiándola con su saliva, mientras una garra fría se me prende del pecho y me aprieta malamente ,.. me cuesta… respirar…
La nena apoyó su cabecita despeinada cerca de mi cara, …puedo sentir la convulsión del sollozo, su aliento de bebé, caliente, y… en el humo de la pava que sigue humeando y silbando, ajena y terca;… con los ojos llenos de este sol que no ha salido para alumbrarme,… me voy desvaneciendo.
Una buena historia sobre las paradojas de la vida. El párrafo final es un «foto» que estremece.
Suerte Amón
El principio no me gustó, pero después sí. Sobre todo cuando intuyes qué mano inocente le ha clavado la estaca.
Me gusta ese tipo de relatos, no lo puedo remediar. ¿Tendré que ir al psicólogo? Además, hay frases muy logradas.
Suerte, pues.
Sí, se lleva el relato gore y con muchos adjetivos.
Suerte.
Crónica de un robo, con profusión de sangre y vísceras, que podría haberse extraído de cualquier película del malote de Tarantino. Y el equívoco de la niña, fatal, en el sentido literal del término. Algunas frases me resultaron demasiado “exuberantes”.
Que los dioses, tus colegas, te protejan durante el certamen, Amón.
Parece que este año proliferan los relatos teñidos de rojo, de suicidas, de vivos que no lo están, de muertos sólo a medias, de vísceras sanguinolientas y de glóbulos rojos y blancos (sí, también con plaquetas) salpicando la pantalla, el teclado y hasta la alfombra que he comprado esta tarde. Es curioso y preocupante. Suerte.
Ya sabes lo que suelen decir las abuelas: «Lupus est homo homini, non homo quom qualis sit non novit», a lo que yo respondía «Audaces fortuna iuvat». Pero en fin, volviendo a tu relato, me ha enganchado enseguida y lo considero de los buenos. Salud