Ha sido mi padre el que me ha metido en esta reducida caja, opaca y gélida como un iglú. Le comieron el tarro entre Werner, Max y Niels, el danés. El frío polar atravesando la madera y mi gruesa piel negra alcanza todos mis huesos.
Ha sido mi padre el que me ha metido en esta reducida caja, opaca y gélida como un iglú. Le comieron el tarro entre Werner, Max y Niels, el danés. El frío polar atravesando la madera y mi gruesa piel negra alcanza todos mis huesos.