Las casualidades a veces son burlas del destino Era alta y delgada; lo contrario que tu madre, que era gorda y bajita. Te enamoraste de ella no más verla. Te miraste en el fondo de sus ojos mientras bailabais muy pegaditos y en silencio.
Las casualidades a veces son burlas del destino Era alta y delgada; lo contrario que tu madre, que era gorda y bajita. Te enamoraste de ella no más verla. Te miraste en el fondo de sus ojos mientras bailabais muy pegaditos y en silencio.