La Sociedad del empobrecimiento
La señorita Kilman haría cualquier cosa por los rusos, se mataría de hambre por los austriacos, pero en su vida privada torturaba sin piedad a las personas que tenía cerca, tal era su insensibilidad. LA SEÑORA DALLOWAY de Virginia Woolf.
No hace falta ser ningún sabueso para darse cuenta de un hecho: nos embrutecemos y nos empobrecemos a marchas forzadas, y de una manera tal que el tema llega a resultar recalcitrante.
No se necesita más que una pequeña dosis de observación para concluir, por un lado, que todos estamos mucho más alterados de lo normal, y por otro, que la superficialidad campa a sus anchas, valga el coloquialismo, con enfermiza comodidad por todas las esquinas sin dejar indemne recoveco alguno.
Pongamos como dato fiel y estadístico, los doscientos ciento cincuenta comentarios o más que puede arrojar en la red «social» una jovencita o un jovencito que se prestan a posar, nada menos que en cueros, frente a toda la vorágine, ávida de este tipo de frivolidades . Tan pronto esta muchedumbre se despacha con una serie de descalificaciones y tonterías varias como se abre un debate, por llamarlo de alguna manera, falto o carente de toda clase y gusto.
Es más; si estableciéramos un agravio comparativo entre extremos, citemos por caso…entre este supuesto real de la chica o el chico expuestos en el facebook y una publicación en otro medio digital de un Diario cultural de bastante calado cultural e intelectual, ésta misma noticia, (que debería provocar gran interés) arroja en la red cero comentarios.
El hecho, como quieran llamarlo sociológico o de masas, (que debiera hacernos enrojecer las mejillas), no tan reciente y por desgracia tan arraigado en esta red de amigos putativos (porque nunca llegan en verdad a serlo), denota… en primer lugar que somos una sociedad empobrecida, si me permiten el calificativo pobre en términos de Respeto, de Cultura, de Comunicación, de Valores, de Amor a uno mismo, de Tolerancia, de Sensibilidad y de un largo etcétera;
Y en segundo lugar, se subraya que hemos perdido algo más que la Dignidad por el camino.
He mencionado tanto a los jóvenes que provocan irrespetuosos comentarios como la noticia del diario cultural que carece de inmediatez numérica, por una simple razón :La asombrosa diferencia entre la repercusión mediática de los primeros y la aparente y escasa provocación de la segunda (aunque tenga miles de visitas, que no todo está perdido) lleva llamando insistente y de manera olfativa a las puertas de mi asombro. Y es que la vida nunca deja de asombrarme. Y que nunca deje de hacerlo; como escribía Platón «Del asombro sale el pensamiento». Pues eso.
USUE MENDAZA
¡Qué daño ha hecho tele 5 a la basura!
Ya lo dijo mi inolvidable amigo Alvite ¿Cómo se puede declarar Princesa del Pueblo a una señora, por ostentar el título de grosera e ignorante mayor del Reino y, por tanto, ícono y modelo representante de masas, aunque sea capaz de ignorar la receta del agua hervida?
Estimada USUE, las nuevas generaciones son educadas por medios tecnológicos audios visuales: tele, wasaps, redes sociales- trampas peligrosísimas. Los desorientados padres ni la obsoleta escuela son capaces de frenar el auge del alud de información (pasiva), frente al conocimiento que requiere actitud activa de las neuronas y tiempo para asumir la información precisa, convirtiéndola en sabiduría.