Los hermanos católicos de La luz de la fe.

Los hermanos católicos de La luz de la fe.

Viktor Orban: «Si Europa no vuelve a sus raíces cristianas, estamos jodidos». Empero, con Jorge Mario Bergoglio ocupando la Silla de Pedro ¿sería esto posible?

Jorge Mario Bergoglio

   En el canal de Youtube que lleva por título La luz de la fe, en concreto en una emisión de hace cosa de un año en que se ocupan precisamente del sedevacantismo, los dos que intervienen (el conductor del espacio, que es un converso al catolicismo desde el protestantismo, y otro joven católico), se alinean con el papa Francisco, y de paso califican de sedevacantistas a los que no aceptan a Bergoglio como el Papa legítimo, y a los que al no reconocerlo como legítimo sucesor de Pedro lo llaman Bergoglio, Jorge Mario Bergoglio, pero nunca Francisco (1),

   Excusan las heterodoxias, blasfemias, insensateces, mundanismos, desatinos y herejías de Bergoglio pretextando que son errores propios de una persona.

 

   ¿Con que solamente errores propios de una persona, de toda persona? ¡Qué situación se está viviendo en la Iglesia! Pero sobre todo, cuánto desconcierto porque canales como este La luz de la fe, al igual que el del padre Fortea y al igual que el del genial cura venezolano Luis Toro, hacen un gran servicio a la evangelización, llegan a millones de personas, ciertamente, pero se empeñan en mantenerse callados ante la doctrina católica adulterada que sigue enseñando Bergoglio, a quien reconocen y defienden como Francisco.

 

   Entonces, los que llevamos tiempo tras la pista o sospecha de que Jorge Mario Bergoglio no es el Papa ni por origen ni por oficio (ilegitimidad de origen, ilegitimidad de oficio), ¿qué debemos seguir haciendo? He escuchado de nuevo este espacio dedicado al sedevacantismo en el canal La luz de la fe. Interesante, hace aportaciones buenas. Pero mete la gamba hasta el corvejón, a mi modo de ver, al presentar a la FSSPX como una organización «vacunada» contra la tentación del sedevacantismo; muy al contrario, el lefebvrismo suele ser la puerta de entrada al sedevacantismo, pues en todo caso el reconociento que de los papas del Concilio hacen los lefebvristas es solo jurídico, no de corazón, de voluntad firme de aceptar el Vaticano II (2). Y de esto al sedevacantismo, media solo un paso.

   Pero sobre todo lo que desconcierta es que en este espacio del canal La luz de la fe se pretenda que nos conformemos con aceptar que «bueno, Francisco es como es, no tiene por qué caer simpático a todo el mundo, cierto que tiene su personalidad, sus manías, sus cosas, sus defectos, como todo quisque. Pero una cosa debe quedar clara: es el Papa».

   ¿Qué es el Papa y que «esto deber claro»? Pero entonces, si es el Papa y «esto debe quedar claro», ¿qué hacemos con sus más que evidentes heterodoxias y herejías? ¿Qué hacemos con su más que evidente servilismo a los planes del Nuevo Orden Mundial? ¿Qué hacemos con la montaña de dudas que nos presenta su elección al Trono de Pedro, su actuación diaria, sus escritos, sus acciones, sus omisiones, sus intenciones…?

 

  1.    Un mequetrefe intelectual, ridículo bergogliano que se cree un teólogo de excepción y que presume de doctorados y de no sé cuántos títulos más, hace un par de años quiso despreciarme espetándome con un «es que tú no sabes teología». Será cretino y descarado trepa eclesial el nota este. No sé teología, no, pero con la que sé al menos me basta para dar el paso de denunciar este drama que está sufriendo la Iglesia y que la está despellejando viva, en tanto él, gran teólogo al parecer, como sabe tanta teología a lo que se dedica es a pasar la mano por el lomo a eclesiásticos y demás plataformas eclesiales, a mi modo de ver para seguir con su gran trepada, para continuar bien instalado manteniendo su estatus.

 

   O será que lo hago porque no sé nada de teología (ni falta que me hace si la voy a utilizar para lo que la usa un erudito como este, faltaría más).

 

       El arzobispo Carlo Maria Viganò prefiere echar pestes del Concilio Vaticano II, de los llamados papas del Concilio, pero el caso es que sigue considerando que el Papa es Jorge Mario Bergoglio. Monseñor Viganò cierra filas en torno al lefebvrismo, ciertamente pone a caer de un burro a Bergoglio, al tiempo califica de modernista a nuestro papa, que es Benedicto XVI, y en todo momento reconoce a Bergoglio como el legítimo sucesor de Pedro.

 

   Monseñor Viganò, el Papa es Benedicto XVI, y me supongo que usted lo sabe (la llamada Mafia de San Gallo es la que acabó dando un golpe de estado masónico a Benedicto XVI para obligarlo a renunciar, con que así colocar en el Trono de Pedro al impostor); entonces, ¿por qué no lo reconoce ya de una vez? ¿A qué están esperando usted y el resto de obispos? ¿Por qué ese encono suyo contra el Concilio Vaticano II, contra sus papas legítimos desde Juan XXIII hasta Benedicto XVI? ¿Por qué sigue usted afirmando, como haría un lefebvrista o sedevantista cualquiera, que la Novus Ordo Missae no expresa la teología tradicional católica del sacrificio expiatorio de Jesucristo? Nada contra la belleza, dignidad y delicadeza litúrgica del Novus Ordo Missae, pero lo cierto es que hoy por hoy sigue siendo el 99% del Pueblo de Dios el que celebra su fe según la forma renovada del rito. Y usted, al decretar que el Novus Ordo Missae no sirve, que solo sirve el Vetus Ordo Missae, está faltando al respeto al 99% de los católicos que celebran su fe con la forma ordinaria del rito. Y además falta a la verdad de la doctrina de la fe, pues la llamada misa de Pablo VI está aprobada por la Iglesia, madre y maestra. Y ciertamente una celebración convenientemente solemne y respetuosa según el Novus Ordo Missae es tan digna como una celebración Vetus Ordo Missae.

   Usted es pastor de la Iglesia, es sucesor de los Apóstoles, pero de hecho usted no está respetando el Magisterio de la Iglesia al rechazar el Concilio Vaticano II, siendo además tan hostil, tan desleal con los papas de ese Concilio. Mucho criticar a nuestra Santa Madre la Iglesia, monseñor Viganò (a la Iglesia del Concilio Vaticano II y a todos sus papas, mucho llamar modernista a nuestro papa legítimo Benedicto XVI), y usted entretanto lo que hace es justificar al intruso, al okupa del Vaticano, al usurpador del Trono petrino.

 

Luis Henríquez Lorenzo

5 de agosto, 2021.
Profesor de Humanidades, educador, bloguero, militante social, escritor.

 

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