El Belén. Por Brisne


Se acerca la navidad. Las luces iluminando las calles y los miles de anuncios incitando al consumo más salvaje lo indican de un modo casi doloroso. A mi me gusta la navidad. Un montón, he de decirlo. Sobre todo las sobremesas llenas de cartas y de comentarios con la familia. El hecho de que en mi casa habiten niños también hace que desee especialmente estas fiestas. Hemos colocado el belén ya casi. Mis hijas corretean por el pasillo con las manos llenas de musgo y tierra y «ayudan» a ponerlo. Es tan divertido verlas.
Sólo es que a veces, me agobia también. Los inevitables regalos, el consumo desaforado, el parece que si no fuese por eso no sería navidad. Y no sé, creo que nos dejamos muchas cosas en el tintero, a mi me basta con las reuniones de amigos y familia. El resto, por así decirlo, me sobra. Soy más feliz con la cena anual de amigas que con todos los regalos del mundo.
Pongan el Belén y disfruten de los suyos. Cierren la ventana, no dejen que las luces les cieguen, la cercanía y el cariño son más importantes que la batidora o el último Premio Planeta. Disfruten todo lo que puedan.

2 comentarios:

  1. Días felices en que el mundo va hacia la luz.
    Aparcados encuentros, deseos, momentos se hacen realidad.
    Ilusiones satisfechas, reencuentros con la niñez.
    Aroma a frutas cocinadas en el hogar.
    Muebles acicalados, luces de colores.
    Días de soledad para el que no tiene.
    Días de frío para el sin techo.
    Días amargos para el solitario.
    Se acerca la Navidad.

  2. Gracias por tus amables palabras. Está tan cerca la navidad, que ya huele a turrón en el ambiente…

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