Ayer, volviendo en tren, pensaba en lo que me gustan a mí los Reyes Magos…
(se admiten críticas pero me van a seguir flipando, aviso).
Como soy una exagerada, me gusta todo de ellos:
Me encanta escribir la carta pidiendo lo grande, lo pequeño, lo amoral, lo ético, lo pecaminoso, lo imposible… el caso es que en un folio (eso sí, precioso decorado) cabe todo lo que tú quieras.
¿Existirá más magia que ese momento en el que puedes pedir lo que se te antoje..? (A mí siempre me falta papel y me sobran ideas.)
Me gusta saber que los Reyes no son los padres.
Me gusta escribir las cartas con mis vikingas (alguna a punto de irse a la universidad y renegando, sabiendo que le va a tocar escribirla hasta que sea abuela).
Me emociona la cabalgata. Verla en Andújar (Jaén), en la puerta de la casa de mis padres, gritando: ¡¡¡Aquí, aquí, aquí, reyes!!!!! y que alguno de ellos nos reconozca y nos tire cientos de caramelos.
Me flipa tirarme al suelo y recogerlos, con una emoción que no llena ninguna otra representación del pueblo (ni Semana Santa, ni Rocío ni nada, lo siento, pero es que los Reyes Magos es lo mío…).
Me encanta despertarme el día de Reyes y ver mi paquete, aunque sepa lo que es o incluso me lo haya comprado, pero así, envuelto por alguien, y, quizás, algún trozo de magia que traiga un detalle…
Y me gusta repetirles a mis vikingas que los Reyes existen, ese día y los días previos, y disfrutar de ese rato tirados todos en el suelo del salón, en esta casa que apenas se decora por Navidad (yolandadesastreparaello) pero, eso sí, cada día se ponen villancicos flamencos.
Me gustan mucho, queridos amigos. Para mí, la Navidad es eso más que otra cosa (bueno, los botellines con mis 6 hermanos el día de Nochebuena en Andújar es parecido, jeje. Esa es mi Navidad).
Así que voy a ella, hoy escribimos la carta.
10/12/2014
Yolanda Sáenz de Tejada
Colaboradora de esta Web en la sección
«Tacones de Azúcar»
Sí, qué magia tenía escribir la carta a los Reyes. Afortunada, tú, Yolanda, que todavía no has perdido la ilusión en hacerla. Saludos.