megustaesevolveravolver. Por Yolanda Sáenz de Tejada


Me gusta ese volver a volver.
Ese que pasen los días y cuando hablo contigo no ha pasado ni un minuto. Ese poner en orden los papeles de nuestros proyectos e irlos pasando por la línea de teléfono como si nos mojáramos los dedos con la lengua para pasar las hojas.

 
Me gusta que me abraces mientras me hablas y que te sientes en la tierra y me digas:
ven,
y el aquí se quede en silencio, suspendido en tus venas porque no lo dices pero lo gritas con la mano.
Y yo voy,
arrastrándome como una serpiente embriagada,
y me siento entre tus piernas abiertas para dejarme entrar (pero no dentro todavía, no, para eso quedan aún algunas frases) y me rodeas con los dedos y siento tu corazón invadirme todas las arterias, plagándome los huesos de hijos y de hijos…
Y me apoyo en ti, en tu pecho de hombrepequeño, de infante plagado de canas y de vida, de pasado y de experiencia (toda la que empleas en mi vestido, en quitármelo y en adivinarme desnuda aunque vaya con abrigo).
Y me apartas el pelo hacia la derecha mientras tu voz se introduce en mi oído, me supura de vértigo los pulmones y me transforma en piedra. De sal. Y ya no existo, no tengo piel ni ojos, no tengo nombre ni boca, sólo soy un deseo apretado que se clava en mis vísceras, pendiente sólo de esa frase que me derrite,
que me arrasa los lunares como si fueran el centro de un volcán;
que me dejan muda
mientras mis pechos se abren como una naranja llena de jugo.
Esa frase que me envenena de helio la razón:
vivir contigo,
rubia de mi codicia,
es mi adicción.

 

Yolanda Sáenz de Tejada
Yolanda Sáenz de Tejada
Colaboradora de esta Web en la sección

«Tacones de Azucar«

Blog de la autora 

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