Recién presentado «Diario de un desembarco» en Madrid, aquí os dejo este poema que está navegando entre sus páginas.
Y la noche coge mal color,
vamos a decir que es amistad…
(NOSOTRASH)
Quería olvidar
un amor
que minaba
mi corazón y
mi cerebro y
te llamé
–para eso están
los amigos–
Nos citamos
a las ocho
en aquel antro
de lunas y espejos
que ponía
el mejor
gin-tonic de
Madrid.
Creo que fui yo
la que te abracé
demasiado
fuerte
cuando me regalaste
la pulsera
de plata
que nunca te
habías quitado;
o quizás tú,
que me diste la
mano
al cruzar la calle
para guiarme
(al cielo,
de eso estoy
segura).
Yo bebí de
tu copa antes
de tragarme
tus labios y
tú me pusiste
la servilleta
en la falda,
antes de
subírmela.
Esa noche
olvidé mi
guerra y
tu paz,
olvidé los
mensajes que
esperaba
(de él)
y su promesa
de que siempre
me amaría.
Esa noche
me abandoné
para dejarte
entrar como
un animal
en mis vértebras.
Hasta hoy
(por todos los
demonios,
qué milagro),
que sigues
ardiendo dentro
de mis
piernas,
de mi cama y
de mis huesos.
Yolanda Sáenz de Tejada
Colaboradora de esta Web en la sección
«Tacones de Azucar»
Un encuentro feliz contado como debe ser.
Un abrazo, Yolanda