Pero mientras miro estos muros silenciosos me fuerzo a recordar que contra ellos rindieron el último aliento aquellos hombres infortunados, cuyo espíritu, sea lo que sea el espíritu, flotará para siempre entre las palmeras, sobre los míseros matorrales resecos.
Del Rif al Yebala, viaje al sueño y la pesadilla de Marruecos es un libro de viajes, pero no es un libro de viajes al uso. Es un libro de un viaje personal de Lorenzo Silva a sus raíces, a la guerra entre España y Marruecos dónde luchó su abuelo paterno. Un viaje a una tierra desconocida pero en la que viven una tía y unas primas y dónde está enterrado el abuelo materno. Una tierra por redescubrir. Una tierra extraña desde mi punto de vista. Pero no tanto desde la suya, nos confiesa al principio que de niño fue a visitar a una hermana de su madre y que recuerda la blancura de una explanada en Rabat.
Es un viaje al recuerdo y a la memoria visto con los ojos de 1997 cuando se escribió el libro. Pero mucho me temo que Marruecos ahora será muy similar al que se narra. Me ha gustado seguir el viaje, descubrir algo de la guerra hispano marroquí que me queda tan a desmano porque no tuve abuelos luchando en ella. Una guerra y un paisaje desconocido, recién descubierto en las páginas de un libro.
Del Rif al Yebala me ha descubierto sobre todo como mirar Marruecos, incluso como mirar las ciudades y las caras de aquellos que son diferentes a nosotros y que viven otra vida. Otras costumbres, otras vivencias. El respeto absoluto del viajero me ha impresionado. El cariño incluso con la que pasea su mirada por un paisaje desconocido, por unas gentes que son tan diferentes a nosotros incluso entre ellos mismos. Y por eso he caminado desde sus ojos Marruecos. Y es algo que les recomiendo, descubrirán entre sus páginas luminosidad y blancura, montañas en el Rif, de las llanuras de desierto, de dunas y arena.
Descubrir un mundo diferente siempre está bien y desde las páginas de ese libro de viaje en el tiempo y en el espacio mucho mejor. Lean y disfruten y quédense con esas ganas de salir de viaje que produce leer. Iré a Marruecos. Quiero vivir con mis ojos sus vivencias. Quiero poder recorrer el zoco de Rabat y las montañas del Rif. Sentir el calor en el cuerpo y disfrutar con un té tomado a la manera Bereber. Y pensar en el último dulce como la muerte. Porque es curioso ver un viajero, desde mi perspectiva de Turista que recorre los monumentos a los que te manda la Oficina de Información y Turismo. Mezclarse con el otro siempre es positivo. Debo aprender a ello pero leer sobre ello es estimulante y aleccionador. Una suerte cruzarse con algunos libros.
Maite Diloy (Brisne)
Colaboradora de Canal Literatura en la sección “Brisne Entre Libros“
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