¿Noche Buena? Por Catalina Ortega

¿Noche Buena? Por Catalina Ortega

Cada 24 de diciembre los católicos apostólicos romanos celebran el nacimiento del hijo de Dios engendrado por un espíritu, en forma de paloma, en las entrañas de una Virgen llamada María, cuyo divino hijo nació en un pesebre y sigue siendo adorado ad infinitum.

Me borro de ese diseño cultural injertado en la tradición occidental, pues me consta que, más que Noche Buena, es la noche más Cruel para millones de familias en cuya mesa (si tienen mesa) faltan seres queridos, alimentos, abrigo y regalos para niños seducidos por la publicidad de regalos maravillosos que traerán unos reyes magos… que olvidarán las cartas ilusionadas de los paupérrimos excluidos de la Sociedad del Mercado Global. Gaspar, Melchor y Baltasar no fueron reyes ni magos, fueron astrónomos que siguieron la estela de un cometa y…punto. El Chiquirritín nacido entre paja, nació el día que le dio la gana al Papa Gregorio XIII, al sustituir el calendario Juliano y eliminar, a día de hoy, 13 días de rotación del eje de la Tierra con respecto al Sol.

Y… además existen dudas sobre la identidad del “Divino Chiquirritín”

Los judíos esperaron a su Mesías hasta que, hartísimos de esperarle como corderos indefensos, decidieron que el Pueblo Judío unido era su propio Mesías y Salvador.

Para los Islámicos; Jesús de Nazaret fue un Profeta cuya fecha de nacimiento eligió, caprichosamente, el Papa Liberio en el año 354.

Los Budistas celebran el nacimiento del “Crucificado” por considerar que fue un ser que predicó una doctrina de Amor y Paz.

Para mí, un día “X” nació-no sé cuándo- una criatura maravillosa que predicó el Amor entre todos los seres humanos de cualquier cultura, etnia, religión o ideología.

Confieso: me gustaría ser aborigen creyente del “Tiempo de los Sueños”

Confieso: celebro la Noche Buena con ingesta de hipnóticos sedantes.

Confieso: las criaturas de mis entrañas y sus retoños no sufrirán mi versión antropológica sobre la mercalitalización del nacimiento de un “Chiquirritín nacido entre pajas” Melchor y Baltasar llegarán, mágicamente, dejando en tras la “Noche Buena” los regalos pedidos en sus inocente cartas.

Confieso: calculo que mi pensión me permitirá sobrevivir a los reyes magos si no uso calefacción; consumo comida enlatada sin previo calentamiento; aseo, gatunamente, con agua helada todo mi cuerpo serrano, con prioridad para orificios corporales ¡limpios cual sacra patena!

Feliz Navidad

 

Catalina Ortega

Catalina Ortega Diaz

Fracasadora de gran Éxito

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