Nueve semanas y media. Por Maite Diloy

Nueve semanas y media

«La primera vez que nos acostamos me sujetó las manos por encima de la cabeza. Me gustó. Él me gustaba. Era hosco, de una forma que se me antojaba romántica; era gracioso, brillante, tení conversación interesante; y me daba placer».

Los libros se encadenan, tras leer «Cincuenta sombras de Grey» apareció ante mi la posibilidad de leer «Nueve semanas y media». Recordaba la película del mismo título. De hecho la tenía en casa y volvía verla tras leer esta novela corta. Quién se acerque al libro pensando en la película va a quedar decepcionado ya que el libro y la película difieren y no poco. Nadie intuye en la película la relación de sumisión que tan bien describe en el libro. Una relación que va cayendo en lo depravado poco a poco. Una mujer que entrega no solo su cuerpo sino también su alma a un amo que necesita que ella esté atada todo el tiempo, vistiéndola, dándole de comer, sometiéndola no solo en lo físico sino también en lo psíquico.
Y es ver ese sometimiento consentido lo que más grima da a leer la novela, no sus escenas de sexo que son muy poco explícitas y que no hacen calificarla como novela erótica aunque haya sido editada por la sonrisa vertical.
Es interesante leer esta novela, primero por las diferencias fundamentales con el gran éxito de ventas de la temporada, la noñería de «Cincuenta sombras de Grey», ante ella «Nueve semanas y media» se revela con la crudeza que tiene una relación tipo sumisión. Porque ver el descenso a los infiernos es lo más interesante de «Nueve semanas y media» y lo que le diferencia de Grey y lo que a mi más me ha interesado. Porque es la comparación dónde la novela gana. Porque no acabo de entender que una relación real de sumisión enamore a mil personas. O es que quizá no lo es. Por eso me ha gustado leer «Nueve semanas y media» aunque no acabe de entender esa relación, y aunque personalmente me encuentre muy lejos de sentir lo que siente la protagonista. Una novelita interesante.

Maite Diloy (Brisne)
Colaboradora de Canal Literatura en la sección “Brisne Entre Libros
Blog de la autora

2 comentarios:

  1. «no acabe de entender esa relación, y aunque personalmente me encuentre muy lejos de sentir lo que siente la protagonista

    Quizá a ti no lo entiendas porque no has conseguido entrar en la piel de él, algo que a los hombres nos resulta (lógicamente), más sencillo.

    Sin considerarla una gran novela, y siendo como tu bien dices más erótica que pornográfica, yo no la clasificaría dentro de ninguno de esos dos géneros, sino que la considero una novela sádica,

    Es la narración de como un hombre se pone como objetivo dominar a una mujer a través del sexo, hasta conseguir anular su voluntad por completo.

    Los que tenemos personalidad sádica, es decir que en el binomio am@/sierv@, elegimos el papel de am@, tenemos fácil el identificarnos con el que para ti, no es ni tan siquiera el protagonista de esta novela. En mi lectura ,ella no es la protagonista de la novela, ella es tan solo el objeto o someter, una «cosa» no una persona, igual da quien sea, ni que sea.

    Siendo lo que desde el punto de vista literario y en términos coloquiales, consideraríamos «una novelucha», la considero profundamente perturbadora. .

    • Exactamente no ha sido una «novelucha». La verdad es que me ha gustado bastante aunque no haya encontrado empatía con ninguno de los dos, porque quizá el binomio amo/siervo no sea opción ni sexual ni vital. Es posible que él sea el protagonista, pero siempre lo vemos a través de ella. Es ella quién nos cuenta la historia así que todavía me cuesta más meterme en la mente y la piel de quién apenas se dibuja desde los ojos de ella. Tampoco tengo claro que él quiera dominarla a través del sexo, sino simplemente que necesita dominar y el sexo le sirve, creo que es más bien ella quién se somete por el furor sexual. De todos modos es cierto es una novela perturbadora y que da bastante que pensar.
      Saludos Félix

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