Septicemia. Por Miguel Sánchez Robles

septicemia

Septicemia

   Todo está políticamente infectado. No hay forma de escapar de esa septicemia. Si tratas de decir públicamente algo que importe de verdad, tienes que dar explicaciones dentro de los parámetros infectos y prostituir así lo que piensas y tratas de explicar. Hasta se ha ido pervirtiendo la construcción dialogada de las ideas. Los debates y las grandes cuestiones que afectan a nuestra vida solo son ya posibles como esperpento o espectáculo mediático. Si preguntas por qué un Papa lava tanto los pies de otras personas o por qué hay tantos campos de golf y puticlub en los secarrales de la España pobre, te miran o te inquieren en términos infectos de política, incluso es probable que piensen: “Pero este hijo de puta es negativo”. Ni siquiera las grandes, las inmensas preguntas sobre la existencia y el sentido del mundo pueden ser ya planteadas o respondidas fuera de esa infección política que lo devora todo.

   El Sistema sobrevive inyectando borra e idiocia en la realidad a través de un lenguaje perverso y contaminado de estupidez. La estupidez es un fuerte narcótico, la estupidez insiste siempre, sabe insistir, tiene fortaleza. La estupidez vence porque “la estulticia hace soportable todo lo que es contrario a la dignidad humana”. Incluso los excedentes de la cultura basura que produce todo ese agua chirle de borra y estulticia serán o están siendo muy bien recibidos como ayuda genérica en el Tercer Mundo. Son muchos años ya de cremación, demasiados años de que nada importe de verdad, demasiados años de ver hablar y sonreír a demasiados políticos con responsabilidades de gobierno que parecen creer que están haciendo algo muy importante por su país, sin darse cuenta de que lo que de verdad están haciendo es quemar el porvenir e infectando la vida de falta de sustancia y de una ceguera unánime de la que nadie escapa…

   La verdadera burbuja no era inmobiliaria o financiera. La verdadera burbuja es de estupidez.

Miguel Sánchez Robles

Blog del autor

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *