Palabras y predicciones a la violeta. Por Carmen Posadas

Palabras y predicciones a la violeta

 

Carmen Posadas -2017

  Hay palabras que describen toda una época. Haciendo un recorrido rápido (y bastante a la violeta) es curioso  ver qué palabras definen épocas del pasado. Así, yo diría por ejemplo que en la Edad Media la palabra más mentada y preponderante era “Dios”. Todo giraba en torno a este concepto, no solo las personas, también la sociedad, la economía, el arte, la música. Con la llegada del Renacimiento, el Hombre se convirtió en eje central de toda ecuación, de modo que quizá la palabra que mejor define la época siguiente hasta llegar al siglo xvii  podría ser  “Honor”. En el diccionario hay varias definiciones de este término. La primera es “cualidad moral que lleva al cumplimiento de los propios deberes respecto al prójimo y a uno mismo”. Pero también se define como honor “la gloria que trasciende a las familias, personas y acciones mismas de quien se la granjea”. Y por fin hay una tercera descripción del concepto y es esta: “buena opinión alcanzada por la honestidad y recato en las mujeres”. Con las dos últimas definiciones entramos en terreno resbaloso, por lo que no es de extrañar que, en nombre del honor, se hayan cometido no pocas tropelías. Casi tantas como las llevadas a cabo en nombre de la primera palabra mencionada, Dios. Algo parecido ocurre también con el término que define la época siguiente. El siglo xviii está considerado el siglo de la “Razón”. Alrededor de ella floreció la filosofía, el entendimiento, la ciencia. Pero también el término tiene su lado oscuro, por lo que, haciendo cierta esa frase que Goya reproduce en uno de sus Caprichos  en la que sostiene “los sueños de la razón crean monstruos”, bien puede decirse que término tan razonable hizo que los espléndidos deseos de libertad, igualdad y fraternidad que inauguraron la centuria acabaran  dándose la mano con de Madame Guillotine. ¿Y qué palabra podría definir el siglo xix? Quizá el más mentada en aquel entonces fuera  “Progreso”. El xix ve el nacimiento de todos los inventos modernos, el auge de las ciudades, la consolidación de una incipiente pero pujante clase media. Llegamos a los albores de xx y la primera palabra que me viene a la cabeza, es esta: “Proletariado”. La Revolución de Octubre la utilizó como ariete y Lenin y Stalin materializaron el concepto “dictadura del proletariado” previamente acuñado por Marx y Engels. Dicho esto, el xx es así mismo el siglo de las dos grandes guerras, por lo que hay otros términos que pueden encarnarlo también. Está por ejemplo el concepto “Guerra fría” que, a pesar de ser negativo, sirvió para preservarnos de no pocos males. Por miedo a una nueva confrontación, el bloque oriental y el bloque occidental encontraron un entente que nos permitió vivir un largo período de paz y prosperidad que duró hasta la caída del muro y aún más allá, hasta la entrada en el siglo xxi. ¿Y qué término definirá en este nuevo siglo, del que ahora inauguramos una segunda década? No tenemos perspectiva suficiente para saberlo. Cada año se elige una palabra que, según quienes se dedican a hacer este tipo de reflexiones, define  más atinadamente   el momento. Y  resulta  interesante recordarlas puesto  sirven para describir  con qué inquietudes empezamos el siglo y hacia dónde vamos. Si mal o recuerdo, en los últimos años las palabras han sido “postmodernidad”, “annonymous”, “posverdad”, “fake news” y, este año, por ejemplo la Fundéu ha elegido como vocablo del 2019 “emoji”. Seguramente ninguna de ellas (tal vez con la excepción de “posverdad”) será la que mejor defina el siglo. Pero aún así no deja de ser inquietante lo que revelan de nosotros. Yo diría, por ejemplo, que postmodernidad es un comodín que sirve para hablar de todo y no decir nada. Annonymous remite a la impunidad que las redes proporcionan a todo tipo de acciones, en especial a las menos recomendables, mientras que posverdad y fake news revelan la curiosa paradoja de que,  cuando el mundo está más hiperconectado y más hiperinformado que nunca, las mentiras bulos y patrañas en vez de disminuir crecen y se multiplican. ¿Y qué dice de nosotros la palabra “emoji”? Con esa inquietud les dejo. Como, al paso que vamos  un emoji  valdrá más que mil palabras , mejor empezar este decenio  con una sonrisa aunque sea  esta: 😁

 

Carmen Posadas

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