Poema del lunes
Ir a cenar contigo,
definitivamente,
es un pecado…
En el restaurante
pedí carne,
para no comerte
a ti.
«Me gusta
en su punto,
por favor»,
te dije
mientras el camarero
tomaba nota.
No me reconozco
carnívora
pero desde que nos presentaron,
sólo he pensado
en morder tu cuello.
Qué suerte
que tu punto
de pimienta,
después del atracón
de anoche;
haya sido el
adecuado.
Yolanda Sáenz de Tejada
Colaboradora de esta Web en la sección
«Tacones de Azucar»