Que no me arranquen
la utopía de los pechos;
que me dejen decir
tonterías.
Que pueda seguir llorando
cuando quiera;
que la tristeza
nunca sea agonía.
Que no me digan
lo que debería hacer,
o nunca te enteras de nada.
Que no más piedras
en la boca;
que muchas flores
en la almohada.
Que me dejen criar vikingas,
aunque muerdan
si les niegan su pan
(o el de sus amigos);
que pueda seguir
cabalgando montañas
y pieles elegidas
(amor a mi medida).
Que nadie llame a mi puerta
para pedir,
si a otros no da
después;
que se alejen de mi fuego
los que en nombre del amor
codician amarrar mi cabellera.
Que me dejen vivir,
señores,
que mi mayor activo
son los errores
y los amo.
Yolanda Sáenz de Tejada
Colaboradora de esta Web en la sección
«Tacones de Azúcar»
Hola Yolanda: Con plena sinceridad te diré que me ha gustado mucho tu poema. Meditándolo en profundidad ¡Dice tanto! Al menos para mí.
Y es que ya lo decía también una canción :- A la gente no gusta que… uno tenga su propia fe-
Te envío un saludo. Juan
Hola, Juan, a mí me ha gustado mucho que me lo digas y el final de tu mensaje que también dice muchísimo… Gracias infinitas. Creo que lo he escrito para poder aferrarme y recordar lo que me hace feliz que a veces, nos olvidamos y eso no es sano.
un abrazo inmenso.
Sí señora!! Aceptarse con un par de razones y con valentía.
Como siempre un poema con la fuerza volcánica, de Saénz de Tejada.
Un abrazo.
Defender lo que somos y como queremos vivir deberíamos hacerlo todos con la misma fuerza y convencimiento que tú. Muy bonito.