Soneto del amor inadvertido
No sabes que te amo, tal vez nunca te enteres,
yo jamás daré el paso que te haga sospechar,
no verás en mi rostro la lumbre de esos seres
que desnudando el alma se cuentan su desear.
No miraré tu espalda, no lloraré a tu sombra,
no cantaré a la luna, no miraré llover,
no trazaré en la noche la estrofa que te nombra,
ni haré el mínimo gesto que implique mi querer.
Seré hielo a tu paso, roca indolente y muda,
no sembraré en tu alma la más mínima duda
de esto que tanto duele, que no voy a decir.
Y llegarán los años, con ellos: el olvido,
y nadie sabrá nunca lo que yo te he querido,
ni el dolor de estos versos que acabo de escribir.
Argentina