Nacerme grande
hasta llegar a la
inmensidad
del mar.
Abrigarme
del frío de la vida
las noches en
que no brote
el sol.
Gozar el balcón
profundo
de un hombro
para navegar
dentro
(si lloro o si
río).
Repetir
mil veces,
sin cansarme,
el movimiento más
hermoso del
universo:
un abrazo.
Eso es lo que
me entrega
la amistad.
La vuestra.
Buenos días, amigos, hoy me he levantado abrazando…
La imagen, del gran Joaquín Zamora, que es experto en robar emociones. En la cena de Canal literatura, con Luisa Núñez y Mati Morata, dos de mis grandes verdades femeninas.
A esta edad, en esta frontera que cabalgo con toda la pasión que me es posible, sabiendo que no hay nada más importante en mi vida que entregar todo lo que soy a mis amigos, sé que ellos son la dopamina que envenena de felicidad mi vida (y mis ganas).
Por vosotros, queridos amigos, por vosotras, queridas amigas, este abrazo de jueves que me hace sentirme la mujer más importante del planeta. La más poderosa, sabiéndome siempre con un hueco para resguardarme del frío.
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Buenos días, querido bosque, esta bruja está hoy de oferta emocional.
Vamos a vivirnos…
Yolanda Sáenz de Tejada
Colaboradora de esta Web en la sección
«Tacones de Azúcar»
Es una de las cosas más maravillosas de este mundo: abrazar, que te abracen, abrazarse; fundirse en esa tibieza que exhalan los cuerpos cuando se hallan tan próximos, esa verdad que despide el alma cuando se sabe amada, abrigada, abrazada.
Desde esa estupenda imagen, me llega un cachito de todo el cariño que os profesáis. Gracias por compartirlo, Yolanda, hoy necesitaba un «abrazo» especial como éste.
¡Cuánta buena energía concentrada en este hermoso abrazo! Y ¡cuánta belleza en estas tres maravillosas mujeres! Continuad aportándonos siempre el precioso testimonio de vuestras palabras y vuestro trabajo. Gracias.
Eso sí son las «Tres Gracias» colmadas y colmando el ambiente. Os quiero