Entrevista a James Nava
James Nava Rueda, de origen español (nace en Valladolid, el 19 de junio de 1969) y es norteamericano de adopción. Esta doble condición y su gran conocimiento de la historia y el devenir de los EE. UU. nos ha interesado particularmente ya que sus novelas están cargadas de historia contada con rigor. Pero, sobre todo, es un escritor con un gran amor por la palabra como medio de comunicación, promociona el español en el mundo y además demuestra mucho respeto por los lectores, condiciones todas que son fundamentales para esta comunidad literaria.
Pero dejemos que se presente él mismo.
Para nuestros lectores de Canal Literatura ¿quién es James Nava?
Soy un escritor polifacético, de gustos sencillos, con diversas actividades profesionales, que adora escribir, trabajar con palabras y emociones, construir mundos literarios en los que los lectores se sumerjan y tengan una experiencia apasionante y cautivadora.
¿Cuál es su motivación para escribir?
Narrar historias que inspiren a la gente, que les entretengan y en las que encuentren belleza, sentimientos, aventura, alicientes para leer y para vivir. Cada novela tiene una motivación diferente. Con algunas de ellas he pretendido reflejar nuestro mundo actual, algunos de los desafíos que hemos vivido o aún vivimos, y con las más recientes me he adentrado en la historia de los Estados Unidos, en concreto en la etapa de la conquista y expansión del Oeste, donde confluyen todos los géneros literarios: aventura, romance, historia…
¿Por qué escribe ese tipo de novelas?
Es sencillo. Mis conocimientos y mis intereses, tanto mis novelas del género thriller político, western thriller o drama deportivo, como mis más recientes novelas histórico western, se ciñen a experiencias personales y de amigos, documentación minuciosa, o en mis estudios e investigaciones sobre la historia norteamericana.
Además, son el tipo de novelas que más me entusiasma escribir y con las que más disfruto. En cualquier caso, soy un escritor al que le gusta tocar todos los géneros que suscitan mi interés. Como ya he comentado en alguna ocasión, mi idea es escribir novelas de algunos de los géneros que más me gustan. Por ejemplo, y esto se lo cuento en exclusiva a Canal Literatura, tengo en mente dedicarle también algunas novelas al género ambientado en Navidad, o Christmas Fiction, como lo llamamos en Estados Unidos. Un género que tiene grandes obras y que siempre me ha atraído mucho. Pero de momento estoy inmerso en el género histórico western, que sin duda es uno de mis favoritos. Siempre me han gustado esas grandes novelas de Oakley Hall, Jack Schaefer, Larry McMurtry, Dorothy M. Johnson, James Reasoner, A.B. Guthrie, Jr, Alan LeMay, Louis L’Amour, Zane Grey, Ernest Haycox, William W. Johnstown, Elmore Leonard, etc. También han sido una constante en mi vida las obras maestras del cine western de John Ford, William Wellman, Henry Hathaway, Howard Hawks, etc.
Además, conozco muy bien el Oeste americano, sus paisajes, lugares y personajes habituales. Es un espacio familiar para mí en el que me encuentro muy cómodo, como quien se pone esas viejas botas a las que se tiene cariño.
¿Están basadas en hechos verídicos?
Novelas como “El agente protegido”, “Valor de veterano”, “Lobo gris”, “El refugio de los lobos”, “El equipo ejecutivo” y “Tierra de sueños” contienen muchas experiencias y hechos reales. Las más recientes, como “El sueño del Oeste”, “Jinetes de honor” y “Coraje de patriotas” tienen una gran parte de realismo histórico, con sucesos que acontecieron, y una parte de ficción para conseguir argumentos más atractivos de cara a los lectores actuales.
«Me gusta la idea de poder transmitir historias clásicas que no pasen de moda, que plasmen valores importantes como el esfuerzo, la fe, el amor a la naturaleza, el heroísmo por nobles causas, la compasión, la redención, la lealtad, el amor desinteresado, el honor, el patriotismo, la generosidad…»
¿Qué quiere transmitir con sus libros?
Mi deseo es transmitir siempre buenas historias, que queden en la memoria de los lectores, que esas novelas les llamen de nuevo pasado un tiempo para releerlas; me gusta la idea de poder transmitir historias clásicas que no pasen de moda, que plasmen valores importantes como el esfuerzo, la fe, el amor a la naturaleza, el heroísmo por nobles causas, la compasión, la redención, la lealtad, el amor desinteresado, el honor, el patriotismo, la generosidad…Siempre con un lenguaje ameno que enriquezca al lector, pero lejos de la pedantería en la que algunos autores se empeñan para parecer más intelectuales. Por supuesto siempre busco envolver todo eso con una narrativa que guste a los lectores que saben apreciar una buena historia, con rigor documental e histórico, con apuntes de humor y buenas descripciones y diálogos. Definitivamente, diría que quiero transmitir autenticidad y sensaciones que conmuevan, emocionen e inspiren.
¿Qué espera que el lector encuentre en sus libros?
Lo que no quiero que encuentren son los argumentos típicos que están imponiendo las editoriales y autores actuales con patrones idénticos, todos políticamente correctos, con perspectiva de género, protagonistas femeninas bastante alejadas de la realidad, y que se olvidan tan rápido como se leen. Novelas enfocadas a un público femenino que olvidan que un libro debe ser para todo tipo de lectores.
Lo que quiero que encuentren son grandes historias que tanto hombres como mujeres puedan disfrutar leyendo, palabras que les recuerden a cada instante por qué les encanta leer, que sientan una conexión personal con algunos de los personajes, que los amen o los odien, que los comprendan, que los critiquen, que se identifiquen, que les hagan soñar, sufrir, llorar, reír, amar y sentir plenamente. Quiero que los lectores disfruten momentos de felicidad en la lectura. Que al abrir cada novela se asomen a un mundo que los seduzca y les haga volar la imaginación, que les haga ver todo cuanto ahí se cuenta de una forma vívida y poderosa.
En suma, que encuentren argumentos y personajes realistas, fascinantes, que le hagan leer de la primera a la última página con emoción, aprendiendo, y que cada lectura de una de las novelas se convierta en un recuerdo imborrable.
¿Cuánto tiempo le llevan escribir las novelas?
Puede variar entre uno, dos o tres años, a veces incluso más, dependiendo de la complejidad del argumento, la necesidad de documentarme y de consultar numerosas fuentes para conseguir un contexto adecuado. En cualquier caso, es un proceso de trabajo intenso que me da muchas satisfacciones.
¿Qué tipo de ambientación pueden encontrar los lectores?
La mayoría de las veces están ambientadas en diferentes partes de Estados Unidos, y algunos pasajes en escenarios internacionales.
¿Qué te inspira para escribir?
Experiencias personales, historias compartidas de amistades y lectores, noticias, eventos extraordinarios, la historia de Estados Unidos, la música, el cine, los libros, la pintura… Encuentro la inspiración en cualquier parte, haciendo lo que sea y de una forma espontánea y reveladora. Es como una llama que se enciende y me empuja a la aventura de escribir.
«La historia de España ha hecho grandes aportaciones a Estados Unidos, tanto a nivel de descubrimientos como de ayuda en momentos cruciales, como en la guerra de Independencia, algo que se valora mucho en este país.»
¿Como hispano y norteamericano, ha encontrado en sus investigaciones alguna de las aportaciones que hizo España a la independencia de EE. UU.? ¿o a la conquista del oeste?
Muchas y de gran valor. La historia de España ha hecho grandes aportaciones a Estados Unidos, tanto a nivel de descubrimientos como de ayuda en momentos cruciales, como en la guerra de Independencia, algo que se valora mucho en este país. La historia común en Florida cuenta con la creación de la ciudad de origen español más antigua de EE. UU, San Agustín, fundada por el almirante Pedro Menéndez de Avilés, o el primer asentamiento de negros libres en Estados Unidos en Fuerte Mosé. El trazado de rutas, la evangelización y la creación de misiones y ciudades, así como la inmigración española, han sido de enorme valor y muy enriquecedoras. En California, desde Los Ángeles a San Francisco, las misiones españolas son un referente cultural, arquitectónico, militar y religioso. El papel de la Iglesia Católica fue esencial. Así, entre 1769 y 1823, los franciscanos fundaron 21 misiones católicas, numerosos pueblos y senderos en California. Estas infraestructuras permitieron el origen de ciudades tan importantes como San Diego, Los Ángeles y San Francisco.
No se pueden resumir en unas breves líneas porque son muchas, pero me quedo con la exploración de territorios que nadie había pisado antes salvo los nativos americanos. Sorprende la capacidad y la valentía de aquellos conquistadores españoles para adentrarse allí donde nadie más se había atrevido hasta entonces. Por ejemplo, la ruta que va desde Tumacácori, Tucson, Arizona, y Tubac en Nuevo México hasta bien entrado los valles de Colorado, e incluso hasta Kansas por la ruta de Santa Fe. O las fabulosas expediciones de Manuel Lisa y Benito Vázquez en Montana. Precisamente Manuel Lisa fue uno de los primeros exploradores de los ríos Yellowstone y Platte, fundador de una de las grandes compañías de comercio de pieles, y uno de los hombres importantes en la herencia española en el Oeste.
Cuando encuentro huellas de españoles en la historia de Estados Unidos, y hay muchas, siempre es motivo de orgullo y admiración. También encuentro de enorme valía la contribución de vascos y navarros en el Oeste, en concreto, en los actuales estados de Idaho, Kansas, las Dakotas, Utah, Colorado… o de canarios, andaluces y extremeños en Texas, Nuevo México, Arizona y sur de California, que con sus ganaderos, pastores y granjeros enriquecieron la cultura cowboy.
A modo de apunte histórico también señalaría que las mujeres siempre han tenido un papel importante en esta historia, las feministas piensan que a ellas se las debe todo, pero no. Isabel la Católica, reina de Castilla, fue la primera mujer en aparecer por méritos propios en monedas y sellos de los Estados Unidos, por poner un ejemplo.
Otros españoles han grabado sus nombres con letras de oro en la historia estadounidense, como Alvar Núñez Cabeza de Vaca, Juan Ponce de León, Pánfilo de Narváez, Lucas Vázquez de Ayllón y Hernando de Soto, por citar sólo algunos de los más famosos.
¿Cómo ha armonizado en su vida cotidiana dos culturas tan diametralmente opuestas como la anglosajona y la hispana? ¿Tienen algún punto en común?
Muy bien porque me adapto y entiendo y me gustan ambas culturas. En realidad, Estados Unidos es un crisol de culturas, lo que llamamos un meltin pot (crisol de razas) que aglutina influencias de todo el mundo. Cualquiera se puede sentir bien en este país.
Además, tienen puntos en común, por ejemplo, en ambas culturas se valora mucho la felicidad de las personas y son sociedades bastante altruistas, amables y solidarias. El afán de aventura y la iniciativa también son sentimientos que anidan en ambos pueblos.
En la actualidad, de la que escribe artículos habitualmente, podría decirnos qué aportan a la sociedad americana los millones de hispanos que viven en EE. UU.
Realmente aportan un dinamismo económico, empresarial, social y cultural que revitaliza a la sociedad estadounidense. Con su presencia activa, se han mejorado muchísimas industrias y son una parte esencial de la economía y la vida social. Su empuje es enorme y hace crecer a este país. A nivel político el fenómeno en 2022 en Estados Unidos, que ha sido noticia todo el año en los medios, es la incorporación de más de un millón de votantes al Partido Republicano y el creciente apoyo de la comunidad hispana a Donald Trump, que ya alcanza el 40%. No es de extrañar, ya que bajo su Administración, los ingresos familiares de los hispanos alcanzaron un máximo histórico, y las tasas de desempleo y de encarcelados bajaron a un mínimo histórico.
Los datos hablan por sí solos: 611.000 hispanos salieron de la pobreza desde 2016, los ingresos medios de los hispanos superaron los 50.000 dólares por primera vez, y había 277.000 nuevos propietarios hispanos de empresas en 2019, cuando Trump estaba en la Casa Blanca. En sus últimos cuatro meses de presidencia, 3.300.000 empleos fueron creados para los hispanos. Además, de la posición común a favor de la cultura de la vida. Te cuento todo esto para que la gente comprenda por qué los hispanos apoyamos a Trump. Hay motivos más que de sobra para hacerlo. Y estos son sólo algunos de ellos.
En una reciente encuesta de Americano Media, Trump aparecía como el favorito de los hispanos en unas hipotéticas primarias del Partido Republicano de cara a 2024. Un 81% dijeron que votarían por él y sólo un 16% apoyaría Ron DeSantis, al que los medios tratan de utilizar ahora para dividir el voto conservador. Otro dato interesante es que 33 candidatos hispanos se han presentado en estas pasadas elecciones midterm con el sello del Partido Republicano, esto demuestra que nuestra influencia política sigue creciendo. Los hispanos se están alejando cada vez más del Partido Demócrata y de las políticas de izquierda radical que está impulsando porque la mayoría no está de acuerdo con las políticas woke, pero sí comparten valores conservadores con los republicanos: libertades, fe, familia, trabajo duro, oportunidades para todos, y tradiciones.
Por otra parte, proyectos tan interesantes en la agenda de Donald Trump para un posible segundo mandato, como el llamado “Plan American Dream (Sueño Americano)”, haría posible un entorno económico que aumente el acceso al capital para empresas de minorías y que se creen más de medio millón de nuevas empresas propiedad de hispanos y más de dos millones de nuevos empleos para hispanos, algo que lo convierte en el candidato favorito para millones de hispanos emprendedores. La presencia hispana en la sociedad estadounidense es vital, así vemos, por ejemplo, que la mitad de los miembros de ICE y la Patrulla Fronteriza, encargados de cumplir con las leyes de inmigración y velar por la seguridad en la frontera, son hispanos. También lo son muchos líderes empresariales y en los medios de comunicación.
«A mí, como autor, me interesa más ofrecer en mis novelas una visión global y lo más plural posible sobre los acontecimientos y sus intervinientes para ver y comprender los hechos históricos en su totalidad.»
¿Cree que sería interesante una novela que hablase, desde la información histórica, de la rebelión de las tribus indígenas en EE. UU ante la conquista de sus territorios y su confinamiento en espacios o reservas territoriales?
Sí, por supuesto, de hecho hay muchas novelas de western histórico que tratan este tema desde el punto de vista indio, cómo se desarrollaron las guerras indias, las matanzas que soportaron y las que ellos infligieron, la persecución y el confinamiento hasta su casi extinción, y una visión cercana de su cultura, sus tradiciones y valores. Autores como Joseph Mathews, Diane Glancy, LeAnne Howe, Louise Erdrich, Leslie Marmon Silko, Linda Hogan, entre otros, tienen libros sobre estos temas.
La historia de Estados Unidos tiene muchos aspectos interesantes y todo lo que se refiere al mundo nativo, incluida su espiritualidad y el amor y respeto por la naturaleza, forman parte del acervo cultural de este país. De hecho muchas palabras indias se utilizan como referentes o están en el origen de palabras actuales. Por ejemplo: alce, mapache, caribú, pantano, nogal, nuez, caqui, tipi, trineo, powwow, calabaza, tótem, tomahawk…También muchos lugares y ciudades conservan la denominación nativa original: Missouri, Kansas, Delaware, Mobile, Cheneyenne, Wichita, Iowa, Yuma, Teton, Mohave, Huron…
A mí, como autor, me interesa más ofrecer en mis novelas una visión global y lo más plural posible sobre los acontecimientos y sus intervinientes para ver y comprender los hechos históricos en su totalidad.
******
*Agradecemos a James Navas esta entrevista y le deseamos mucho éxito en su carrera como escritor.
Noviembre- 2022