Redoblante juglar, de Francisco Garzón Céspedes

SIEMPRE EL FAMOSO REDOBLANTE JUGLAR

Redoblante juglar, de Francisco Garzón Céspedes

 

EL Centro de Documentación de las Artes de los Títeres (CDT), fundado y dirigido por décadas por la personalidad, investigadora y gestora cultural Concha de la Casa Paricio y Ediciones COMOARTES, de la CIINOE, con asesoría general de María Amada Heras Herrera y dirección Ejecutiva de José Víctor Martínez Gil editan digitalmente -en el cauce de una posible edición impresa en 2019, como ya en 2009 editaran (CDTB-FITB) Redoblante y Tío Conejo en castellano y euskera- el libro REDOBLANTE JUGLAR, del célebre escritor -como lo definió el Instituto Cervantes de España al invitarlo a su Centro de El Cairo– FRANCISCO GARZÓN CÉSPEDES, para de inicio difundirlo masivamente a los más de 23,000 contactos de la CIINOE y a los del CDT, así como a quienes soliciten recibirlo escribiendo al mail del proyecto; -derechos de representación de las obras a gestionar con la SGAE.

 

Es esta una edición definitiva de estos textos a punto de cumplirse los 40 años de la creación del primero, hazaña que reúne por primera vez todas las siete obras de-con Redoblante y la inédita «Aserrín», en el camino hacia una posible edición impresa en 2019.

En la INTRODUCCIÓN, GARZÓN CÉSPEDES, precisa entre mucho más:

“La creación de Redoblante, prototipo de juglar y por tanto un personaje escénico de integración de las artes, de sus siete obras –las cuatro primeras para niñas y niños; y las tres últimas para todas las edades: pensando en la calle, la plaza, y tanto en los adultos como en los pequeños–, es un resultado de mi fascinación por los cuentos, por los narradores y por los juglares, por las conversaciones escénicas con el público; de mi fascinación por los títeres y el trabajo actoral para la infancia, por la dramaturgia unipersonal, la extensión cultural y la experimentación artística; y es una de las afirmaciones de mi Sistema Modular de Creación estructurado a partir de 1966.

“La colección de siete obras -en este volumen con una inédita, por primera vez juntas- con el personaje de Redoblante une, cómo nombrarlas, una “suerte de conversación escénica” –preciso “suerte de” porque se hace desde un personaje teatral y no desde un conversador sin más–, una “suerte de narración oral escénica” –y vuelvo a precisar “suerte de” porque el personaje sigue presente, y en la oralidad, que no es el simple hablar en voz alta para sí o para el otro, el conversador y el narrador oral son ellos mismos en comunicación con otro u otros interlocutores–; y, unen estas obras, un cuento teatralizado con un actor o actores y títeres y/o máscaras y/u objetos convertidos en los personajes; además de unir, de incluir: música, canto, juegos de la palabra dicha…

“La colección con Redoblante, siete obras estrenadas y reestrenadas profesionalmente con éxito, montajes que suman varias decenas producidos y/o vistos en una docena o más de países (Cuba, Colombia, Costa Rica, Ecuador, España, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Perú, República Dominicana, Venezuela; algunas llevan más de dos décadas en repertorio) fue uno de los motivos para que se me otorgara el Premio Iberoamericano “Ollantay” 1985, el más importante por entonces de la escena iberoamericana, con un Jurado integrado por personalidades de la talla de María Teresa Castillo, Presidenta del Ateneo y del CELCIT, y por otros directivos de este Centro: Luis Molina -su fundador y director general-, Juan Carlos Gené y Orlando Rodríguez, que afirmaron “su teatro señala a Garzón Céspedes como uno de los hombres de teatro de mayor prestigio consagrado a la niñez de nuestra América.”, siendo el más joven de los premiados hasta entonces. Y es que en los ochenta hubo años en los que se afirmó y posiblemente fui el dramaturgo para la niñez más representado en América Latina (Norte, Centro, Sur) y el Caribe, pues a las puestas en escena de las obras de Redoblante se añadieron las de las obras de mi Trilogía Modular –la primera, cuando menos, del teatro cubano para la niñez–: El pequeño buscador de nidos, El pequeño jugador de pelota y El pequeño recogedor de caracoles –.

En el PRÓLOGO, el gran ARMANDO MORALES, DIRECTOR DEL GUIÑOL NACIONAL DE CUBA Y EXCEPCIONAL ARTISTA, afirma entre mucho más:

“Uno de los proyectos más importantes, argumentado por el rastreo histórico de formas populares de “hacer lo escénico”, ha sido realizado por el poeta, narrador, investigador y dramaturgo cubano Francisco Garzón Céspedes al colocar a su Redoblante en el centro espectacular de las piezas dramáticas de la serie que tienen a ese personaje como conductor de la trama. A piezas como Redoblante y Pulgarcito y Redoblante y Meñique le siguieron Redoblante y Aserrín, Redoblante y Cundeamor y después Redoblante, Tío Conejo y el Gran León y Redoblante, Tío Conejo y los dos leones. A éstos se sumó Redoblante y el Hojarasquerito del Monte. Todas han sido representadas por agrupaciones profesionales tanto en Cuba como en numerosos países latinoamericanos y caribeños, y otras en España; así como también publicadas en varios libros y en revistas literarias y de las artes escénicas, obteniendo premios y reconocimientos internacionales y nacionales, incluido un premio de la crítica.”

Celebremos con júbilo tan importante acontecimiento.

 

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