Sicóloga del autobús. Por Santiago de Cesare

ruzito

Que la violencia campea entre nosotros desde hace tiempo y circula libremente por la calle (y la vereda) no es novedad para nadie.-

Una ojeada rápida por la historia de la humanidad nos muestra que la guerra y los enfrentamientos son tan viejos como el mundo o más bien desde que el hombre o lo que se parecía al actual caminaba erguido.-

Cabe preguntarse en estas fechas en que los deseos de paz y amor florecen entre nosotros, si no serán solamente utopías.-

Actualmente, en un trozo de desierto mas o menos del tamańo de Montevideo, Canelones y parte de Maldonado, persiste un conflicto (o debo decir muchos de ellos) desde hace siglos.-

żSe puede heredar el odio?

Parece que es así, de lo contrario no sobreviviría tanto tiempo.-

Es posible para un ciudadano nacido y educado en sudamerica comprender cabalmente la magnitud de este drama.-

O simplemente no lo cuestionamos y nos quedamos con nuestras rencillas domésticas; descendientes naturales de aquellas legendarias y bíblicas y no por eso justas y razonables.-

Tal vez el espíritu violento o guerrero lo llevemos incluido en el ADN, en cualquier momento, si es así, los científicos nos sorprenderán con el descubrimiento de que si poseemos determinado gen seremos propensos a la violencia.-

Todo indica que aunque nos ocupemos en desearles a todos, paz y prosperidad una vez al ańo; seguiremos igualmente peleando y matando hasta el fin de los días.-

Que incoherencia, żno es verdad?

O debo decir hipocresía, en una de esas si deseáramos a todos guerra y muerte, reaccionaremos y caeremos en cuenta que va en serio.-

Parece que estamos como anestesiados y esos loables deseos que declaramos, ańo tras ańo, tienden como un velo que nos ciega.-

Están matando gente, si, lo vemos a diario en la tele, pero como es lejos que ocurre (siempre es lejos aunque pase en la casa del vecino).-

Observemos más de cerca, digamos entre nosotros y con el ciudadano de a pie.-

Veamos algunos ejemplos.-

Cuando un ciudadano medio ingresa en un nuevo ambiente, digamos laboral, żno espera que lo ataquen tarde o temprano, tanto jefes como compańeros?

O por el contrario ataca él por aquello de que el que pega primero pega dos veces.-

żA nadie se le habrá ocurrido pensar que si cortamos el espiral se apaga la llama?

Y yendo a lo del titulo paso a contarles; día 21 de diciembre, hora 16.30, abordo autobús línea 60 rumbo Portones.-

Capacidad colmada y las caras de los pasajeros acostumbrados a soportar calor, el clásico “A correrse seńores que esto no es un 747” y el tráfico pesado de estas fechas.-

Todo el mundo apurado por que el ańo se dejó de amagues y se termina nomás.-

Abruptamente voces en alto al fondo del colectivo, parece que un chico que acompańado de sus amigos se queja de que otro “lo miró raro” y trataban de atajarlo para que no acometiera contra el “mirador” que sentado, solo y nervioso, viajaba cerca de el ofendido.-

Lo observé ligeramente intentando adivinar en su mirada si existiera una intención equivocada, pero no, solo me pareció otro veinteańero más, solo algo incomodo por la situación.-

A mi lado viajaba una seńora cuarentona y de decisiones rápidas que comentaba con otras pasajeras la inclinación machista de nuestros hombres, que después hablan de nosotras, que nos mandan a la cocina, ante la aprobación general.-

Yo musité que “No todos, seńora” lo cual la sorprendió.-

Mientras el chico acusado se incorpora y le vocifera al guarda que “si no lo baja lo hará el mismo”
Alarma general de las caras que rodeaban a los implicados, el guarda, bien gracias, soltó que le diera nomás.-

En un instante la seńora mencionada salta sobre el chico de marras y le increpa que todos queremos viajar, que pasar por la seccional no es una opción aceptable, que con violentarse no va a demostrarle nada a nadie, solo que sería un energúmeno y un machista (otra vez) y que ella estaba apurada, además.-

Los chicos que rodeaban al sujeto insistían con que si con una cerveza actuaba así, mejor no tomara dos.-

La seńora vuelve a mi lado y le agradezco la intervención, seguro es sicóloga le digo y ella contesta que no, que es abogada.-

Como el asunto del machismo había quedado inconcluso a mi modesto entender (o que había quedado engranado mas bien), le agrego levantando levemente la voz y seguro que hablaba para el publico en general: seńora, la culpa de que “todos” lo seamos la tienen ustedes, las mujeres.-

Ante risas y aprobaciones de la platea sobre todo femenina (que en eso se habían convertido los pasajeros) me dice:

“Pero bueno, y ahora nos vamos a pelear nosotros.

Le contesto que jamás y además le recuerdo que mi mama era mujer y que a ella le debo todo lo que soy, para bien o para mal.-

Finalmente luego de apoyar sicológicamente al acusado para equiparar las cosas supongo, y de rematar la faena mandándolos a pelear al boxing club; pide parada y desciende.-

Le rogué que no lo hiciera, de que era la única que apaciguo a las fieras, que no nos dejara indefensos pero fue inútil, se bajó nomás.-

Yo me sentí inesperadamente solo en la multitud, en eso el chico ofendido reacciona nuevamente como si le hubieran dado cuerda y recuperándose de las bofetadas de su madre postiza y momentánea, ataca de nuevo.-

Considerando que el viaje estaba resultando demasiado largo aunque eso si, emocionante y terapéutico, pido puerta y me bajo pensando: “Del resto me entero en el informativo de las ocho”.-
żSerá que la humanidad también esta cansada del viaje?

Santiago de Cesare

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