Hay veces,
que ser la luna podría ser lo más,
o lo menos…
Cada uno tiene derecho a elegir su vida y,
sobre todo,
proteger su definición de éxito.
Por eso mientras que para algunos,
ser feliz es tener muchos premios y reconocimientos,
para otros,
vivir es galopar recogiendo el viento.
Lo importante es que cada uno defienda,
hasta reventar,
lo suyo.
Yo no te he contado
que soy una estrella…
Una estrella famosa.
A mi paso,
me sonríe
la corte
desvergonzada
de pimientos.
A mi lado,
me abrazan
con descaro
los membrillos y
a mi falda,
se aferran
las matas
lujuriosas
de tomates.
Y en el camino,
si la nostalgia
me revienta
las arterias,
llamo a mis locos del arte;
seres extraordinarios
que encharcan mi alma
de poesía,
pintura y
besos.
Entre medias,
descanso para
hacer el amor
salvajemente;
en aquellas horas que le faltan
a un reloj.
Y al despertar,
amamanto a todos los hijos
que me voy encontrando
por los mundos.
Yo no te he contado
que soy una estrella
porque no he querido
o, quizás,
porque ahora necesito decirte
que no quiero dejar
de ser estrella
para ser luna.
Yolanda Sáenz de Tejada
Colaboradora de esta Web en la sección
«Tacones de Azucar»
Ni estrella, ni luna. Un CIELO, repleto de estrellas y lunas que bailan taconeando. Eso eres, tú, un CIELO.