102- ¿Ángel o Demonio? Por Cecilia Valdés
- 20 octubre, 2012 -
- Relatos -
- Tags : 9 Certamen de Narrativa Breve 2012, internet, relatos, sexo
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Nati teclea en su ordenador: – Hola, Ángel. Hace días que no te conectas.
-Estaba fuera. ¿Y tú, qué haces?
-Lo de siempre. Esperarte.
– ¿Qué llevas puesto?
-Lo que más te gusta.
-Cuéntamelo.
-Las medias negras.
-¿Las de costura?
-No, las de red. Si quieres, me pongo las otras.
-No, esas están bien. ¿Y qué más?
-Los zapatos de tacón de aguja, de raso negro.
-Y por arriba ¿Qué llevas?
-El liguero.
-¿Y debajo?
-Nada
-Ya me estoy poniendo cachondo.
-Espera un segundo, ahora vuelvo.
-Coño, Pablo. ¿Es que no me podéis dejar ni un minuto en paz? El pan está en el congelador, mételo en el microondas.La Nocilla está en el armario, donde siempre.
Al volver a su cuarto, Nati se engancha la bata en el picaporte de la puerta.
-¡Me cago en la mar! Esta bata está ya para el arrastre. Tengo que comprarme otra en los chinos. ¿Me has oído, Manolo?
-Sí, cuando vayas a comprarte la bata, cómprame calzoncillos, estoy en las últimas.
-¿De cuáles, de esos de pantaloncito?
-¿Qué más da? Los más baratos. Oye, ¿Vas a tardar mucho? ¿Con quién estás hablando?
-Con mi hermana, como siempre. Ya sabes lo pesada que es.
Nati teclea en su ordenador:- Ya estoy aquí, corazón. ¿Dónde estábamos?
-Donde más me gusta. No llevas bragas.
-¿Y tú? ¿Qué llevas puesto?
-Yo no importo. Sigue.
-También llevo un sujetador de encaje.
-¿Qué talla usas?
-La más grande.
-Quítatelo. Despacio.
-Un momento.
-Pero ¿Qué pasa ahora? ¿A qué vienen esos gritos?
-¡ Ella ha empezado, me ha tirado del pelo!
-¡Mentira, Pablo me ha dado una patada en la espinilla!
-¿Y por qué no llamáis a vuestro padre? Él también vive aquí ¿No?
-Está en el váter.
-¡Manolo! ¿Puedes atender un ratito a los niños? Tampoco es mucho pedir ¿No? Oye, abre la ventana que la peste llega hasta el pasillo…¡No te oigo!
-Que sí, que la abro…
-¡Que atiendas a los niños!
-Vale
-¿Cómo?
-Que sí, que ya salgo…
Nati teclea en su ordenador: – Perdona, no dejan de entrarme mensajes.
-No me digas eso. Estás conmigo, sólo conmigo ¿verdad?
-Sí, sólo contigo.
-Quítate el sujetador
-Me lo quito, mi vida, y también las bragas.
-Pero si no llevabas.
– Es que no son bragas. Es un tanga minúsculo.
-¿Cómo es de grande?
-El más pequeño que hay. Lo llaman hilo dental.
-Estoy sentado en una silla, desnudo. Ven encima de mí. ¿Te gusta así?
-Contigo me gusta de cualquier modo. Pero ve suavecito, campeón.
-Como tú quieras. De verdad que me vuelves loca.
-¿Cómo que loca? Dirás loco.
-¿Qué más da? Sigue.
– Esto hay que aclararlo. Has confundido la “o” con la “a” ¿Verdad?
– Somos dos personas a las que le gusta el sexo. ¿Qué más da?
– A mí sí que me da. No me gustan las tías. Si no eres “Ángel o Demonio, te llevo al cielo o al infierno” quiero saberlo. No te llamas Ángel, ¿verdad?
– Por favor, ricura. Soy un hombre… Soy lo que tú quieras, pero vamos a seguir.
– Vete a la mierda.
Nati apaga el ordenador.
-¡Es lo que tiene esto, cualquiera puede mentir como le da la gana!
Tiene un nudo en la garganta, de rabia. Se palpa la bata de franela y recorre su cuerpo añorando ese cielo o infierno prometidos. Acaricia el sujetador de licra de color beige, dado de sí, las bragas blancas de algodón de color blanco y los michelines que los separan a ambos.
Manolo entra sin hacer ruido. Le parece más pequeño que de costumbre. Ha engordado tanto que los botones de la camisa están a punto de reventar.
– Hay que comprar papel higiénico.
– Sí.
– Me gusta más la pastilla de jabón que el dosificador ese. Los niños juegan con él, y el lavabo siempre está lleno de jabón.
– Sí-
– ¿Te pasa algo? ¿Qué te contó tu hermana? Lo que sea, no le hagas caso, siempre encuentra la forma de fastidiarte. Oye, de verdad te pasa algo…
– No es nada.
– Mi princesa está triste. ¿Qué tiene mi princesa?
Manolo se sienta en el borde de la cama, y aparta el portátil. Con la palma de la mano golpea a su lado, en el colchón, para que Nati se siente. Ella apoya la cabeza en su hombro. Desde esa perspectiva, la tripa de Manolo es monumental.
– ¿En qué piensas, mujer?
– No sé. En el purgatorio, quizá…
поспех
Me gusta el estilo de la narración. Da mucha fluidez a un relato sencillo y profundo a la vez.
Suerte
Muy bueno. Casi todo él, dos diálogos, uno real y el otro… Bueno, en ese solo hay mentira. O sueño para no enfrentarse a un botón a punto de saltar. Además, es muy actual y cercano.
Enhorabuena y suerte.
Buen relato. Suerte
El maravilloso mundo virtual al desnudo. Con sus propias reglas a las que hay que atenerse; de lo contrario, mejor abandonar la partida. Nati parece desconocer las. Cambia sus bragas de algodón por un sugerente tanguita y luego se rebota por una vocal. ¿Importa mucho? Asumamos que vivimos en el purgatorio y sepamos elegir si queremos mirar hacia arriba o hacia abajo. Suerte
Cecilia, un muy buen relato.
Los diálogos son muy ágiles y directos, y aunque yo soy de esas que ama las partes narrativas por encima de todas las cosas, sé reconocer cuando estoy frente a algo bueno.
Además, me esperaba un final completamente diferente.
¡Suerte en el certamen!
Me ha encantado. Es breve e intenso, habla de cosas interesantes y te deja con ganas de más. Especialmente me gusta ese retrato desgarrado de la miseria diaria de una mujer que se revela como puede. Muy bueno.
Casi todos los relatos que he podido leer, no logro acabarlos, se hacen pesados y aunque tengan un lenguaje correcto, y a veces, bueno, me parecen aburridos. lo bueno que tiene Angel o Demonio es que te entretiene desde la primera frase, se lee de corrido, deseando leer más, como si estuviera diciendo cosas que no tienen importancia. Cuando se acaba, se da uno cuenta de que ha dicho mucho, muchísimo, como quien no quiere la cosa.Este decir mucho con poco, y además, divirtiendo, me parece algo muy importante. Que tengas suerte, cecilia Valdés
Excelente relato.
Muy bien logrado.
¡Enhorabuena!
Parece que no pasa nada- qué difícil- y en pocos trazos estamos ahí: en el contraste de lo escatológico y lo sutil. Entre lo cotidiano y el anhelo de la dicha. La soledad y la mentira como evasión.
Me he reído. Una maestra en el uso del humor que trasciende nuestras pequeñas miserias.
Genial.
Bueno y real como la vida misma. Agil y rapido de diálogos. Creo que es original por el planteamiento en un certamen.
Suerte.
Tiene mérito construir toda una historia basándose exclusivamente en un diálogo. Genial comedia con un trasfondo amargo en torno a la monotonía de la rutina diaria y la desilusión que acarrean las ilusiones no cumplidas. Menudo material para un guión si lo pillase Almodóvar.
નસીબ
Siempre me ha fascinado el talento para el relato breve. La autora goza de él y nos hace disfrutar en unas pocas lineas de un retazo de vida ambigua y marginal en el que se mezcla la realidad de una ama de casa, el de la/el ciberamante por dinero y un presente sombrío. Magistral.
Es un relato que no explica ni narra, solo muestra, a través del diálogo,y una pequeña descripción,la vida cotidiana, la decepción y el intento de salir de la rutina, de una mujer común. El fondo y la forma del cuento, son una sola cosa. No sé explicarlo bien. Me ha gustado mucho.
Muy buen relato,Cecilia Valdés. Ágil y preciso. Nos muestras de forma acertada una situación común, demasiado común, pero gracias al buen uso de tu técnica, logras hallar en cierto modo el hecho poético que logra que uno como lector disfrute con el texto. Felicidades.
Excelente relato.En una sola escena podemos leer toda una vida. Brillante el diálogo real-virtual que construye la estructura dual del texto.
Un relato costumbrista, contemporaneo, sencillo y brillante.
Me ha gustado mucho porque es muy real y teatralizado es genial.
Casualidad el nombre de ella?.
Es una pequeña obra maestra. Un cuento redondo que deja una gran impresión al lector. Sin duda la autora es maestra en la construcción de perfiles de sus personajes a los que conocemos a través de unas pinceladas de trazo fino. Me gustaría poder leer otros cuentos de esta autora.
me gusta, porqwue es realista y actual, los dialogos son muy buenos, amenos, parece un canto a la falta de dialogo personal, a la mentira familiar.