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Abrir menú de categorías 139-Círculo. Por Cosas de la vida
- 26 octubre, 2012 -
- Relatos -
- Tags : 9 Certamen de Narrativa Breve 2012, círculo, relatos, vida
- 18 Comentarios
Lo que voy a decirte lo olvidarás en poco tiempo… ¿A quién le importa el dolor de los otros?
Eso me dijo un día y pensé que estaba acabada, que alguien que había llegado a tan triste pensamiento había perdido la esperanza y que poco podía hacer por ayudarla. Eso pensé… y pensé también que, efectivamente, me resultaba duro tener que atender a su llanto, a su desencanto y a su manifiesto malestar interior. Oía que me decía precisamente eso y era incapaz de cambiar mi registro mental. No sabría decir por qué me sentía plenamente consciente de la verdad de sus observaciones, de cómo con mis pensamientos estaba corroborando lo que ella me decía y sin embargo, no acababa de aceptar que estuviera ocurriendo así.
Imagino, ahora que ha pasado el tiempo, que en aquel momento yo era totalmente incapaz de profundizar en su dolor. No podía entender algo que no había experimentado jamás. Era como si a un ciego le pidieras que te explicara como es el mar sin tener previas nociones de sus características. Pero la escuché. Me habían educado para que supiera escuchar o al menos lo intentara y apliqué bien las enseñanzas recibidas.
Estuvo una hora, aproximadamente, devanando la madeja de su dolor, podrido y desgarrado en el hueco de su garganta. A momentos no le salían las palabras… y no era por el llanto, ahora lo sé… era de pura angustia. Se le retorcían las frases entre suspiros y no siempre acertaba a entender qué me decía. La dejé hablar. Me di cuenta de que no necesitaba consejos, solo deseaba que la escuchara. Había pasado su vida junto a un hombre que no había sabido amarla; amarrada a la rutina, al silencio, al no ser.
Me pregunté, entonces y más tarde, qué debió impedirla emprender vuelo, pero nunca llegué a encontrar una respuesta convincente. Incluso me dije que yo jamás haría lo que ella había hecho; que yo no me pudriría viviendo con alguien que no me amara, que lo veía una auténtica locura y que nada de lo que me contaba tenía sentido.
Cuando dejó de hablar, la noté más tranquila, como si hubiera conseguido aligerar un peso enorme que llevaba desde tiempo en su alma. Me sentí bien. No había dicho palabra pero, al parecer, sentirse escuchada la había ayudado. Me sonrió levemente; fijó sus ojos en los míos por breves instantes y noté su muerte corriendo por mis venas.
No volví a verla. Años más tarde me oí repitiendo las mismas palabras: “Lo que voy a decirte lo olvidarás en poco tiempo… a nadie importa el dolor de los otros…” y supe que la muerte corría por mis venas y que si miraba a mi nieta, el negro velo la cubriría para siempre.
Muchas gracias por sus hermosas palabras, lamari. Espero de corazón que estas Navidades ese vinillo de Canasta con sabor a Jerez, frío y fino, sea servido en catavino o no, pueda beberlo en muy buena compañía.
Que los volantes de su traje de faralaes recobren el vuelo y la alegría que les son propios.
Feliz 2013
«Aligerar un peso enorme que llevaba desde tiempo en su alma…»
Qué cosas tiene la vida…No quiero que una lágrima manche tu relato recordando » El silencio de la cordera».No, no me he equivocado de título, se trata de otra peli que habla de silencios y de cómo en un cruce de caminos una mujer aligeró el peso enorme que llevaba en su alma contándole a un estraño, no tanto, sus secretos más inconfesables.Sí que se sintió después tan bien como tu protagonista, pero su muerte nunca corrió por las venas de nadie, sólo por las suyas, porque después de esas confesiones ya poco le importó morir o vivir.Una rúbrica en su testamento le hizo heredero universal como su más fiel confidente, porque no opinó, sólo
supo escuchar y callarse su opinión de los hechos, no se puede ser más inteligente, ni más acertado en sus No_ comentarios, sólo oir…
He dejado mi traje de faralaes en la tintorería para que me lo admidonen, porque de tanto leer » Cosas de la vida» los volantes parecen de goma y voy tirando de una cola que tira de mi alma, que tira tanto que ya no tengo ni fuerzas para empinar un un vino de Canasta que es lo que me da vidilla.jejejej Le apetece?, es de Jerez con un tono dulzón muy elegante, se sirve muy frío y en catavino, pero con buena compañía.
Suerte y lo ha clavado dónde más duele,en el ALMA.
lamari
Escuchar, en silencio, como remedio para mitigar el dolor ajeno. Sólo somos capaces de comprenderlo cuando sentimos la necesidad de alguien que calle y entienda… Suerte
lwc
En un círculo el punto más importante es el centro, el punto virtual que nos permite definirlo como lugar geométrico. Y no forma parte de él.
Lo mismo ocurre en la vida.
Suerte.
Bienvenidos a todos al Circulo de la Vida…y a todo lo que ésta nos ofrece ya sea en primera persona o como observador. Pase lo que nos pase, la vida no deja de ser un regalo que no siempre valoramos y pienso que el dolor es un gran maestro que te ayuda a valorar el privilegio de la existencia.
Un abrazo y gracias por regalarnos tus palabras.
Muy acertado.
Muy acertado. Una reflexión que compartimos.
Este relato te atrapa desde la primera línea, me ha parecido impactante e impresionante. Utiliza una adjeivación y unas comparaciones muy acertadas que consiguen ponerte la piel de gallina por la emoción que causan. Realmente es un cuento que no deja indferente a nadie que o lea. Creo que su autora conoce y domina a la perfección el arte de las palabras y consigue hacer disfrutar al lector.
Vueltas y más vueltas da la vida
Muy original
En pocas líneas una historia completa que llena
Gràcias por tu relato
Muchas gracias Bonsái.
Cierto, la vida es asi, como es… y no como nos gustaría que fuera y creo que algo de ello se refleja en el relato. Parte de la ficción, pero recrea situaciones que todos sabemos que se pueden dar.
Un abrazo.
Muchas gracias por tu comentario de buen lector y buen entendedor.
Fue una alegría leerlo, pues no estoy acostumbrada a todo este mundo de las webs.
Creo que tienes una confusión, Marina. Que el relato te haga decir eso, tal vez signifique que tiene mucho de real o que pueda tenerlo y que te haya recordado algo muy personal. Pero eso no es para que me acuses de aprovecharme de alguien y digas que es vergonzoso.
Es pura ficción y no me he aprovechado de nadie, aunque sé que en la vida esas situaciones se pueden dar, por desgracia. ¿ No podría ser que, precisamente, porque me siento respetuosa con el dolor de los otros lo haya escrito como reflexión?. Y repito para que quede claro. Es pura ficción este relato; solo pretendí escribir una historia con estructura circular y la idea me pareció válida. Y repito, idea que salió de mi cabeza, no de estar explicando un secreto de alguien.
Lamento que te haya disgustado y espero que no haya sido por identificación con la historia.
Cosas de la vida:
El título está muy bien puesto, Círculo. La vida es así y vamos pasamos por cada uno de los puntos que la forman.
Muy buen relato y una reflexión estupenda.
Un abrazo.
Parece que te hayas aprovechado de alguien que confió en ti para escribir este relato. Lo encuentro vergonzoso.
Una reflexión sobre la importancia de escuchar a los demás cuando requieren nuestro consuelo, aunque no lo soliciten. Y la confirmación de que la vida es un ciclo donde al final todo se repite.
Da que pensar.
Suerte, Cosas de la Vida (un seudónimo muy acertado para el tema de tu relato)