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17- Neón. Por Max

En la escena no hay lluvia, no hay carteles de neón reflejados en  charcos, no hay ningún tipo de niebla ni tampoco un par de amantes bajo un paraguas negro, porque son de otra historia.

En su lugar hay una chica que cae de un coche oscuro, semidesnuda y oliendo a semen. La pareja de amantes que no existe, corre hacia la chica, la cubren bajo el paraguas  y tratan de levantarla pero encuentran que bajo su cuerpo hay una alfombra de sangre ¿Qué coño es esto? La pareja que no existe se pregunta quién es esa chica, ese error imposible en su mundo de neón.

La joven todavía respira, abre los ojos pero es inútil, no es capaz de ver nada a su alrededor, su mundo quedó atrás antes de subir al coche. Sólo escucha voces.

–        ¿Se encuentra bien?

La chica considera exageradamente estúpida la pregunta así que no responde y aguarda esperando que la historia siga. Se palpa la barriga y siente una quemazón, tiene un agujero donde encajaría perfectamente la navaja de cualquier hijo de puta. La pareja sin rostro cubre la herida con un pañuelo que pronto se cubre de tinta roja. Se preguntan si va a morir, no es preocupación, es curiosidad, jamás han visto a nadie hacerlo y esa chica estaba a punto.

–        ¿Tú crees que desaparecerá sin más?

–        Si, bueno no se…puede que sólo cierre los ojos, eso es lo que he escuchado.

La chica tiene que escapar de allí; correr a un lugar donde la muerte no sea una curiosidad, sino un drama. Ahora corre, huye con su propia sangre fluyendo por sus piernas, lo único que aprecia real es el dolor en aquel mundo negro. Tras unos segundos de carrera es capaz de evitar obstáculos sin ni siquiera verlos; pero entra en una calle sin salida y se detiene. Cuando se da la vuelta siente un golpe tan exagerado en la cara que es impulsada unos centímetros atrás antes de caer el suelo. El amante de la pareja se limpia el puño con el agua de la lluvia, elevándolo en alto, triunfal, su chica lo besa casi excitada.

La inconsciencia de la joven la apremia con nuevas imágenes, recuerdos.

“Se ve en una cama, con lencería bonita y mirando al techo. Hay gotas de sudor en su rostro que no son suyas, resbalando por un cuerpo que imagina es de otra. Debe ser buena para aguantar los embistes de un cerdo con el aplomo de un cadáver; sabe que Lucy es buena dando consejos: emborracharlos tapa el aliento, porque ningún hombre rechaza una copa de una mujer sin ropa.

Debe esperar la señal, una pequeña luz roja tras el ventilador del techo es suficiente. Se enciende y la chica alarga sus brazos hacia la mesita junto a la cama. Hay una máscara de oxígeno; el cerdo sólo la observa, pero no se detiene, pues esa noche manda su polla.

La chica sólo tiene quitárselo de encima y dejar que los otros entren y se lleven al gaseado, aún con pulso, a cualquier otro lugar. El vicio corrompe la ciudad, pero sobre todo al cuerpo, y el vicio tiene un precio que algunos se ofrecen a pagar por obtener pulmones nuevos que castigar, hígados, o incluso retinas. La suerte del cerdo será mejorar vidas, la suerte de la chica seguirá siendo la misma.

Baja a recepción y da su nombre, le entregan un sobre con cuatro veces la tarifa de un polvo estándar. En menos de seis meses habrá conseguido lo que necesita, y después…después podrá desaparecer.

Un niño de seis años llora porque está solo, pero no sabe que estarlo es garantía de estar a salvo; su cuidadora se retrasa porque cada vez está más mayor y la artritis es una mierda, pero la chica sabe que puede confiar en ella. Porque ella no pregunta cuando duerme fuera.

Al cuarto mes la chica se siente débil, cansada sobre las sábanas que muchas veces la vieron llorar. No hay nadie más en la habitación, simplemente espera.

Pero bien sabe que su hijo va a tener la oportunidad que se merece, y no va a arrastrar el lastre de que su madre sea una puta, como mínimo. A veces se pregunta qué sucede con los gaseados, pero quiere convencerse de que les roban y luego los sueltan. Sin embargo sabe que la suma que recibe por cada hombre es enorme y eso le hace temblar.

De repente tocan a la puerta, pero un cerdo no pide permiso. La chica, desconcertada, concede el paso y cuando el hombre entra en la habitación, se queda petrificada.

Es un joven de veinte años que cuando se quita el abrigo apenas pesa más que ella. La mente de la chica da vueltas atrapada en una habitación sin salida.

Su pesadilla resiste cuando el joven comienza a hablar, su timidez la destroza ¿Qué coño hace un chico así en un lugar como ése? Apenas tiene vello en la cara joder. La chica lo abraza para calmarlo mientras desliza su mano hacia su pene, que se alza en orgullo; aquello no era el cuerpo de un cerdo de sesenta años.

En unos minutos la chica se encuentra mirando al techo, pero esta vez no soporta embistes, los recibe. Sabe perfectamente que ella será lo último que verá aquel joven en aquella mierda de habitación, que sería su tumba.

–          Chico, créeme, si no sales de aquí van a matarte – le susurra al oído discretamente, sabe que hay cámaras, pero no captan audio.

El joven la mira con el rostro descompuesto, luego se aparta.

–          En el techo hay una luz roja, cuando se encienda saldrá gas y entrarán a por ti.

–          ¿Pero por qué? ¿Qué coño está diciendo?

–          ¡Por favor hazme caso! Ahora me pondré encima de ti y podrás ver con tus propios ojos la puta bombilla, cuando así sea, pégame fuerte y salta por la ventana.

–          Pero yo sólo…

–          Hazlo coño, nos están vigilando, estoy tratando de salvarte…

La chica no espera confirmación del chico, enseguida se sitúa sobre él y sabe que el joven ha visto la bombilla porque está bloqueado. Intenta sacarlo de aquel trance pero es imposible; en ese mismo instante la luz roja se enciende, en apenas unos segundos todo habrá acabado. La chica se incorpora casi de un salto, se agacha y acerca su boca al pene del chico, entonces hunde sus dientes en la débil carne, la reacción: un puñetazo la lanza fuera de la cama. Justo en ese momento le grita al joven que salte por la ventana.

El chico no lo piensa y usando la sábana como protección atraviesa los cristales  de la ventana. La chica corre a la cajonera y se pone la máscara de oxígeno en el instante en que dos hombres entran en la habitación. La máscara se empaña en exceso así que sale enseguida de la habitación y comienza a respirar aliviada, mientras  se está recuperando ve como los tipos bajan las escaleras a saltos y se imagina al chico siendo lo suficientemente listo para perderlos de vista.

En recepción no hay ningún sobre para ella. Se lo repite al recepcionista, que es un tipo de color de casi dos metros, pero ni se inmuta. Con la misma energía manifestada en la habitación, salta el mostrador e incluso lo derriba, coge dos sobres cualesquiera y escapa, pero siente una puñalada en el vientre. No es suficiente para detenerla y logra salir del motel con los sobres.

Fuera resbala, porque está lloviendo.  No le da tiempo a levantarse, cuando el tipo de recepción atraviesa la puerta y con una magnum del 44 señala su rostro. Después mueve su pulgar y encaja el martillo, click.

Un disparo sordo atraviesa la calle.

La chica no se mueve, el tipo ha caído con todo el peso de sus noventa kilos a escasos metros. Se oye un chirriar de neumáticos al otro lado de la carretera y un flamante vehículo negro se detiene  junto a la chica. Se abre una puerta y dentro la sombra de un hombre le tiende la mano.

La chica observa un revolver humeante en el asiento de atrás, le parece suficiente garantía.

El hombre no habla, porque no puede; pero incluso con el rostro oculto la chica sabe que está llorando. Intenta acercarse, pero él no la deja. Es imposible. El hombre sabe que se ha saltado la norma ¿Para salvarla? La chica pregunta pero él no contesta porque no puede hablar, sólo sabe escribir. Sin embargo el hombre sabe lo que ella está pensando y no, no la va a secuestrar. El hombre se siente culpable porque la chica va a morir y  sufre porque ni siquiera le ha puesto nombre. La velocidad del coche hace que la calle se vuelva borrosa, y poco a poco, vaya oscureciendo hasta el negro absoluto.

El hombre detiene el motor y la chica lo mira asustada, pues tras la ventana no se ve nada. El hombre coge el revólver y apunta directamente a la chica, que ahora sí tiene nombre: Susan.

La chica se niega a marchar de nuevo porque no entiende nada, el hombre saca de su bolsillo un fino libro y lo mete en el vestido de Susan, luego la golpea con la culata, abre la puerta y la deja caer fuera.”

Susan ha dejado de recordar porque ya sabe quién es y cómo ha llegado ahí. La pareja de amantes de otra historia la han arrastrado hasta un sótano, la han atado a una tubería y ahora la observan como a un perro con sarna. De pronto abre los ojos y se sorprende porque ahora es capaz de ver, el lugar huele como una cueva, pero hay paredes de cemento así que es una especie de garaje. Frente a ella hay dos personas que pronto asume como los agresores, aunque destilan elegancia, guardan una mueca siniestra que los delata.

Descubre una cadena que pende de su pie a una tubería. Está dentro de una especie de bañera que contiene sangre, su propia sangre. Se mueve violentamente pero apenas levanta un poco de óxido y desiste. Desde la penumbra la pareja la observa en silencio y ella les grita:

–          ¡¿Qué me estáis haciendo?! Necesito salir de aquí, por favor soltadme. Tengo una herida profunda y si no hacen nada voy a morir desangrada.

La pareja murmura, el hombre da un paso al frente y dice:

–          ¿Dices que si continuas perdiendo sangre, mueres?

–          ¿Quienes sois? – pregunta Susan aterrada por otra pregunta absurda.

El hombre vuelve a callarse, la mujer se acerca a él, mete la mano en su bolso y saca un pequeño espejo cromado en bronce, repentinamente lo lanza contra el suelo y se rompe en numerosos trozos. La mujer se agacha y coge uno, se lo entrega a su amante y vuelve a la sombra. Mientras el hombre se acerca, Susan sabe que la mujer sonríe desde atrás e incluso desde allí ve sus ojos brillar, ciega por no perder detalle. La chica lucha por romper la cadena pero es imposible, el hombre es fuerte y sostiene el cristal con fuerza mientras firma sobre su cuello con el color de la muerte.

La pareja vuelve de camino a casa, decepcionada por haber descubierto lo poco especial que es ver morir a alguien. Pero la pareja no entiende que en su historia no existe la muerte porque nunca se ha escrito.

Al día siguiente una chica despierta aturdida por los rayos del sol que se filtran por una rendija descuidada. Le duele un poco la cabeza y tras ponerse en pie descubre que ha dormido en una bañera; mira a su alrededor y encuentra una puerta, gira el tirador pero se detiene. Algo le molesta bajo el vestido, junto al escote. Encuentra que hay dentro un fino librito de papel de apenas cinco páginas, cuyo título reza: Neón

 

20 Comentarios a “17- Neón. Por Max”

  1. Nairobi dice:

    Ya lo he dejado escrito en mi sótano, pero por si acaso lo reproduzco aquí.
    Sussan, me alegro de que ahora hayas entendido mi comentario (jocoso) acerca del personaje en apuros de «Neón», el magnífico relato de Max.
    Lovecraft, gracias por aclararlo en mi ausencia.

    ¡Saludos a todos! 🙂
    Nairobi.

  2. Sussan dice:

    Gracias Lovecraf por la aclaración, me resultaba tan extraño que por eso preguntaba si se refería a mí. Que alivio. Saludos napoleónicos 🙂

  3. Lovecraft dice:

    Sussan:

    Me temo que has sido víctima de un equívoco. Nairobi se refería a Susan, la protagonista del relato de Max, que se llama casualmente como tú (con una ese menos).

    Saludos

  4. Sussan dice:

    Hola Nairobi, entro el fin de semana a leer relatos y me encuentro de primer plato un comentario en el que se me nombra de forma despectiva. ¿O quizás no te refieres a mí?
    Por si es a mí, me gustaría que me dijeras que hay de indeseable en el comentario que he dejado a Max o en el que te he dejado a ti referentes exclusivamente al texto.
    Por otro lado, no sabía que existieran sotanos por aquí, pero si los frecuentas me encantaría una visita guiada, quizás puedas enseñarme cosas que aún desconozco y puede ser entretenido.
    Max, disculpa la intromisión, me ciño a eso de «por alusiones» aunque no se bien si es a mi ni a que se refiere.
    Ya te deje mis estrellas y mis buenos deseos.

  5. Nairobi dice:

    ¡Enhorabuena, Max!
    Un relato espectacular. Considero que se entiende a la perfección y que para extraer todo su sabor hay que leerlo lentamente, sin prisa, paladeando cada una de las frases, de las imágenes, de las escenas…

    No espero (como apuntan en otros comentarios) que cada hilo de la trama quede cerrado y tapiado, prefiero que el escritor me deje algo de espacio a la imaginación en mi papel de lector (activo). Gracias por hacerlo.

    Esta hábil combinación de escenas (cameos del director incluidos) me evoca a Woody Allen; a ratos, pinceladas de cine negro; y, si me apuras, algo del espíritu de la serie Misfits. ¿Cómo te quedas?

    Y si me permites divagar (un poco más), en cuanto a la estructura profunda del relato, el neón, a mi entender (e imaginar) es lo que refleja los flashes o destellos (ideas) que se entrecruzan por la mente de cualquier escritor cuando está creando historias: siempre tiene varias en mente e infinitas posibilidades para deshacer sus propios nudos.

    Por último, si aceptas una sugerencia, intenta prestarle la misma atención a la forma y aspecto del texto. Si la lectura no se ve interrumpida por las erratas que he encontrado en el texto, tu cuento brillará como el oro.

    PD. Por favor, no le quites el ojo de encima a Susan, que por los sótanos del certamen anda suelto mucho indeseable 😉

    Suerte y, por mi parte, te dejo una noche llena de estrellas doradas.
    Nairobi.

  6. nuak dice:

    En alguna ocasión al escribir he dudado sobre el grado de explicitud… y al final me he dicho: «para gustos, los colores»

    Suerte

  7. Sussan dice:

    Creo que los relatos deben explicar por si mismos, en eso tienes razón Max.
    A mi me ha gustado, aunque coincido con otros en que queda algún cabo suelto.
    Se nota no obstante que hay madera de escritor.
    Mis votos y suerte.

  8. Lotte Goodwin dice:

    Me gusta la idea, y a ratos es un texto muy elaborado y acorde con la sensación de irrealidad que se quiere transmitir, aunque hay momentos en que creo que decae un poco. Es muy difícil mantener el mismo tono cuando se marca un listón muy alto al principio.
    Mucha suerte y ánimo.

  9. Lucilus dice:

    Yo creo que lo he entendido..veamos.. la pauta mas importante reside en quién es el personaje clave, ese conductor que solo sabe escribir…y la ultima linea es una confirmación, la evidencia.
    La prueba de que tenemos en las manos la historia de un escritor enamorado que entra en su propio relato, supongo que para salvar a la chica llevándola a otra historia, donde como dice, nunca se haya escrito sobre la muerte..hay algunos detalles que no entiendo como qué le sucede al chico,..pero de verdad, muy bueno. 

    Suerte. 

  10. Dies Irae dice:

    Saludos, Max.

    Malo que el relato precise explicación… pero peor el lector que la busque. Prefiero dejarme llevar por sensaciones, claroscuros, destellos luminosos de neón, irreales, reflejados en un charco. Y si eso me atrae tanto que me lleva a una segunda lectura buscando más luz en los juegos de palabras, en los detalles, en las revueltas de las esquinas, mejor aún me parece el relato. Lo leeré una tercera vez, prometido. Pero será por gusto, no por buscar si dos y dos son cuatro.

    Enhorabuena.

  11. sacha dice:

    La clave es neón, el título del libro, o lo que es lo mismo: el artificio. Y dado que el autor no se siente obligado a explicar ni aclarar lo ya escrito, deben dar por buena esta explicación. O considerar que este comentario corresponde a otro relato.
    Lo disfruté suerte.

  12. Max dice:

    Nunca olvido que lo mejor de escribir un relato es que lo lean, con cada comentario que leo, sea cual sea, soy un poco mas feliz y si son tan elaborados como los que estoy leyendo ya queda compensado el tiempo empleado en hacer la historia. Gracias.

    Por otra parte, nunca me ha gustado explicar ni aclarar lo que escribo pero si puedo decir que habéis captado prácticamente todo bien. El personaje misterioso final..cuando habláis de metaliteratura creo que ya sabéis quien es. Dudas mas extensas prefiero hablarlas aparte y no dar mas información de la necesaria 🙂
    Lo dicho, muchas gracias a todos 😉

  13. Lovecraft dice:

    Onírico. Metaliteratura. Oscuridad.

    Una historia siniestra pero contada con corrección que, por estética y curso narrativo, bien podría constituir otro capítulo extraído de Sin City. Entresaco algunas frases que me parecen muy logradas: “un lugar donde la muerte no sea una curiosidad, sino un drama” o “ningún hombre rechaza una copa de una mujer sin ropa”.

    He encontrado un pequeño desliz de concordancia verbal, cuando al final del 5º párrafo dices: “y esa chica estaba a punto”, ya que en el resto del texto utilizas el presente de indicativo.

    Hay algunos puntos de la trama que no quedan aclarados, como el destino de los gaseados, la situación del hijo de la protagonista (¿qué le ocurre al niño para verse obligada a hacer lo que hace?) o la identidad del conductor desconocido (¿el propio autor de la historia?).

    Como siempre digo, suerte en el certamen

  14. Rulfo dice:

    Desgracias e infortunios de una chica a quien le ocurre de todo. Primero es asistida por una pareja que no existe. Luego huye pero, en una calle abandonada, “el amante de la pareja” (supongo que es la que no existe, porque, en realidad, ser amante de algo o alguien, significa que te guste, así que, podría ser alguien a quien le gusta la pareja), le golpea hasta dejarla inconsciente. Entonces empieza a recordar: se ve en una cama con gotas de sudor que no son suyas y un cuerpo que imagina de otra, y que se supone buena (¿quién?, la cama, la otra…) para aguantar los embistes de un cerdo, con polla y veinte años etc. etc. etc.

    No sé, la verdad, no suelo opinar de lo que no sé. A mi, que soy bastante nuevo en esto, me gustaría conocer algún significado—obviamente, desde el punto de vista literario— de esta historia en la que, al final, aparece alguien que “no puede hablar, sólo sabe escribir” (se supone que es el propio autor, pero tampoco sé por qué tiene que serlo, puesto que aquí cualquier cosa que parece algo, puede ser justamente lo contrario), para salvarla. Pero ¿de qué?, si la historia no se ha escrito. Además, es una especie de reto personal, ya que, a tenor de otros comentarios, la historia es “interesante”, “a ratos brillante”, “insuperable en originalidad” (esto último, sí que puede atribuírsele, eso es cierto), e incluso hay quien siente sensaciones de todo tipo al leerlo. Yo, sinceramente, confieso mi ignorancia y, me gustaría saber algo más del propio autor. Gracias.

    De cualquier manera, suerte

  15. Sergioesludico dice:

    Enhorabuena por el relato,
    tengo la sensación de que he leido algo que va a explotar, que está muy apretado, pero estoy muy agradecido por todos los estímulos que desprende. Por otra parte a pesar de la violencia y del casi abandono, la sensación que me deja es de ternura, de protección un gran giro en la justificación del agente externo, que para mi, es el nucleo de lo que he leido. Quiero más, de la pareja y de la culpa del que solo sabe escribir

  16. Narwin dice:

    Acabo de terminar de leerlo y me ha parecido una historia muy interesante sobre todo gracias a la aparición de la figura del escritor para manipular en última instancia la suerte de la chica. La idea de un escritor enamorado de su protagonista es cautivadora. Después de haber leído muchos de los relatos de este concurso ,decirte que espero que tengas mucha suerte porque nadie te supera en originalidad.

  17. Hóskar-wild is back dice:

    A ratos brillante, a ratos oscura, igual que las luces de neón que empañan la realidad. Suerte

  18. WuMPu dice:

    Muy interesante la historia, podría ser un libro o un relato mas largo ya que la acción tan continua te obliga a leer hasta el final, los detalles tan precisos y explícitos te hacen disfrutarla como si estuvieras dentro de la historia, SUERTE

  19. Avril dice:

    Una historia curiosa, un poco laberíntica, quizás necesitara más amplitud que 2000 palabras. O a lo mejor es que yo necesito leerla otra vez más. No sé, es llamativa, atrapa.
    Suerte.

  20. Caos dice:

    Inquietante historia onírica en un mundo sórdido y aterrador. Suerte

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