253- Incertidumbre. Por Siempreviva
- 5 noviembre, 2012 -
- Relatos -
- Tags : 9 Certamen de Narrativa Breve 2012, incertidumbre, relatos
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Ha sido mi padre el que me ha metido en esta reducida caja, opaca y gélida como un iglú. Le comieron el tarro entre Werner, Max y Niels, el danés. El frío polar atravesando la madera y mi gruesa piel negra alcanza todos mis huesos. Y yo aquí, encogido, tirito de frío y de miedo. Mis ojos ya sólo ven recuerdos. El de mi padre atándome fuerte para que no rompa el frasco con el veneno que ha guardado conmigo. El de Alberto proclamando la inutilidad de este cruel experimento.
Sobre el frasco hay un martillo que puede hacerlo añicos. Esto ocurrirá si se activa un sofisticado mecanismo que mi propio padre ha inventado. Este artilugio lo mismo puede funcionar que fallar. Si no falla, el gas letal acabará conmigo al instante, si falla, estaré vivo. Me siento terriblemente sólo y triste. Cierro los párpados y veo a mi padre colocando la tapa sobre la caja. Ni un gesto de afecto, ni una palabra de cariño. ¡Ojala tuviera una madre que me protegiera! Pero nunca la he tenido. Hasta eso se me ha negado.
Ha pasado suficiente tiempo para que todo acabe. Mi corazón se ha parado, pero también está latiendo. Siento náuseas, pero sé que estoy muerto. También sé que estoy vivo. Ni siquiera soy un moribundo. Quiero salir de este estado impreciso. Respirar aire puro, apagar la sed que me consume, volver a ser libre y jugar en la calle. Oigo voces. Es Alberto. Discute con Niels. Le dice que la suerte está echada, que mi estado es el que es y que no me van a perturbar abriendo la caja. El danés insiste en que no hay nada decidido, que mi vida depende de cómo me vean cuando la abran. Y llega más gente. Todos opinan, pero nadie se solidariza conmigo. Me martirizan en aras dela Ciencia. Noparece que vayan a liberarme de inmediato. Estoy aterrado.
Y he llegado al infierno, como un muerto más. Pero yo estoy vivo. No; estoy muerto. Bueno, no lo sé. Sé que fui sólo una paradoja, un gato sin nombre. Pero siempre seré recordado gracias a mi inventor: Schrödinger.
El gato y yo te esperamos en la vieja bodega ¡Fiesta!
¡Qué extraño relato! Lamento no haber entendido nada, pero tampoco entiendo la música y me gusta.
Enhorabuena.
Realmente el título «Incertidumbre» está muy bien elegido, porque la mantienes a lo largo de todo el relato.
Me gustan el título y el cuento.
Suerte.
¿Suerte o no suerte? ¡Suerte!
Siempreviva: he estado reflexionando respecto a lo que te aconsejé, y ahora pienso que con quitar solo la última palabra del relato,»Schrödinger», quedaría perfecto.
Abrazos cuánticos
Siempreviva (que buen seudónimo):
Gracias mil por tu amable comentario. ¿La frase de Napoleón te parece genial? Me alegro, pero tampoco es mérito mío. La pronunció realmente Bonaparte antes de la batalla de Waterloo, lo mismo que muchas de las frase que pronuncia en mi relato: la de los churros madrileños (aunque el detalle de los churros es lo único añadido de mi cosecha), la del talento no hereditario, incluso la frase final con la que firma la factura de la hostería, que según cuentan las crónicas son las últimas palabras que pronunció Napoleón en el momento de morir.
Gracias también por las estrellas. Algún detalle habré de dejarte en tu relato. A ver si lo encuentras.
Vengo a agradecerte tu amable visita y a decirte que ya no tienes que preocuparte por tu gato, está bien y lo he acogido en La vieja bodega.Yo también deambulo por un mundo en el que no se si estoy vivo o muerto y su compañía me hace bien. Es cierto, tu gato es dócil y suave, pero como si estuviera vivo se ha proclamado rey de la casa y a mi me ha adoptado como su humilde servidor.
Un abrazo desde este otro mundo y ya tienes tus estrellas. Cuando quieras ver a tu gato, acercate por casa, estaremos encantados de recibirte.
Pero al Schrödinger ese, ni se te ocurra traerlo. Un abrazo
Breve pero excelente e imaginativo ejercicio de fabulación en torno a la famosa paradoja de la física cuántica. En mi caso, no diré que me ha gustado y no me ha gustado al mismo tiempo; simplemente, me he relamido cual felino doméstico con este relato.
Sólo añadiré que, para mi gusto, quedaría más redondo si eliminases la última frase («Pero siempre seré recordado gracias a mi inventor: Schrödinger»). Pienso que durante la narración has dado suficientes pistas para que cualquier lector interesado, con sólo un poco de investigación, averigüe en qué hecho está basado el cuento. Nombras sin explicitarlos a Heisenberg, Planck, Bohr, Einstein, hablas de una paradoja, de un gato… ¿porqué ser tan explícito al final del cuento? Pero bueno,es solo mi opinión y no debes darle mayor importancia.
Te envío toda la suerte que te mereces, que debe ser mucha, Siempreviva
Siempreviva:
Vuelvo a tu casa para dejarte mi voto y estrellas.
Un abrazo.
Pero…¿Que os pasa con los gatos? Éste es el tercer relato que leo con un gato como protagonista y, la verdad es que el tuyo me ha dejado con la cabeza al biés.
Como otros lectores pensé , al principio, que era de un niño del que hablabas y luego he ido a culturizarme y, leyéndo las distintas interpretaciones que se le han dado al experimento imaginario de Schrödinger he llegado a la conclusión de que lo mío no tiene arreglo.
Parece que has seguido la interpretación de Hugh Everett formulada en 1957 y la has poétizado…no sabes cómo te lo agradezco.
Yo lanzo otra interpretación, basada en mi afición por los gatos y mi propia experiencia. Bien es verdad que mis gatos eran arrabaleros y callejeros- llegué a tener diez de varias camadas- y no se si será válida aplicada a los gatos de pura raza.
En primer lugar un gato jamás consideraría a un humano como a su padre. En segundo lugar, un gato, si no quiere meterse en una caja, como no sea durmiéndole, no hay dios que consiga que esté quieto (habría que añadir al experimento la teoría del caos)y, dormido, no creo que esté para refrendar ninguna interpretación de Copenhague, del colapso objetivo ni, por supuesto, la interpretación asambleísta.
Resumiendo, que de experimentos científicos no tengo ni puta idéa, pero a los gatos los adoro y, ni de forma de experimento imaginario, me gusta que los maltraten. Si es eso lo que nos has querido contar, estoy de acuerdo contigo.
Pensaba que era un niño y sentía mucha pena. Luego, descubrí que se trataba de un gato, y seguí sintiendo lástima. Al final, cuando supe que era una pura ficción, mis sentimientos no cambiaron: ¡el gato inexistente había cobrado vida en tu narración! Me temo que lo mío es un exceso de piedad.
La idea de ponerle voz a ese gato me ha parecido sumamente original. Era hora de que algún conejillo de indias, nos hiciera llegar sus sinsabores…
¡Suerte!
Siempreviva: Me ha gustado mucho. El maridaje entre ciencia y literatura no siempre alcanza la calidad y sencillez de tu narración. Relatos como éste son necesarios en un país en el que todavía nos llegan los ecos de: “que inventen ellos”. Me agradaría leer más relatos en esta línea. Es difícil romper el adocenamiento. Te deseo suerte dada la calidad que, a mi juicio, tienen bastantes de los trabajos aquí presentados.
Flojito de redacción y de ideas. No produce impresión, no transmite el agobio de ese gato abocado a la muerte por un experimento estúpido.
Por cierto, aquí hay otra versión: http://josecarlosmartinezgalan.wordpress.com/2012/10/17/el-gato-de-schrodinger/.
Siempreviva:
Me ha gustado mucho tu relato.
Y eso a pesar de que la palabra «Schrodinger» me saltó a la vista inmediatamente cuando abri la pagina.
El estilo es muy poético.
¡Enhorabuena!
Aunque el principio del señor schrodinger no alcanza el nivel del mio debo reconocer que el relato lo supera con creces.
Enhorabuena siempreviva
Las palabras de ese gato, abocado a una muerte tan cierta como incierta, me han llevado al interior de una caja parecida a la suya. He sentido como míos, sus fríos, su abandono, sus temores y, muy especialmente, esa gran soledad.
Genial relato. Contado así el experimento tiene otra dimensión.
¡Enhorabuena!
Interesante,me ha gustado
Suerte
Peregrina
Excelente relato. Felicitaciones.
Me ha encantado por la sencillez y belleza poética del relato, que como todo buen trabajo literario está preñado de sugerencias. Salud, suerte y adelante.
Siempreviva:
Como ya han dicho, el narrarlo desde el punto de vista del gato, me ha llevado a la confusión y al final el resultado es muy bueno.
Un abrazo.
Uno de los más bonitos relatos que he leído en los últimos meses. El gato cuenta su historia desde dentro, ha vivido los efectos del martillo y su conocimiento es ambiguo. Schrödinger y sus amigos divagan desde fuera. Experimentan con el animalito. Como le sucede al gato, también yo “estoy aterrado”. Él tuvo suerte: sólo aguantó una hora.
He cometido un error al hacer clic en las estrellas y quería dar 5 puntos en vez de uno.
Interesante relato. No hago más que pensar que ese gato en realidad es una gata, y que se llama España.
Interesante relato. No hago más que pensar que ese gato en realidad es una gata, y que se llama «España».
Un relato muy bien narrado. Me gusta como mas que explicar al detalle la situación, el autor juega a sugerir y crea en la mente del lector unas imágenes que varían durante el transcurso de cada párrafo para terminar con una paradoja en si misma. Enhorabuena Siempreviva, me gusta mucho.
Yo lo que quiero saber es cómo terminó el gato. Me gustan mucho los gatos. Tengo tres y no dejaría que experimentasen con ellos. Imagino al más viejo de todos: Bigotes, en la caja del experimento. Se me ponen los pelos de punta. Pero la narración, de verdad, es muy bonita.
Esta narración, sobre la paradoja de Schrödinger, es una muestra de lo fructífero que puede resultar la unión entre ciencia y literatura. Me parece que tiene muchas lecturas, condición necesaria de toda gran obra.
Eso es buscar un punto de vista diferente, Siempreviva (buen seudónimo para tu relato).
Suerte en el concurso.
» cada vez que escucho hablar de ese gato, empiezo a sacar mi pistola».
Schrödinger.
jejejej, desde luego aquí hay imaginación a punta pala, como diria mi paco.
Me ha ‘gistado’ y me ha ‘gustado’. Las dos
Reconozco que no sabía nada de este experimiento (ya lo he leído en la wiki, muy interesante en cuanto a las interpretaciones, aunque no lo comento porque un par de critiquillos que pululan por aquí lo harán como si fueran científicos reputados) pero la idea de narrarlo en primera persona como el gato me ha gistado. Me pregunto si podríamos hacerlo con alguno de nuestros congresistas o senadores. Suerte.
Hasta la penpultima línea creí que se trataba de un relato del género negro. Excelente el modo de narrar el experimento del gato de Schrödinger. Mucha suerte, Siempreviva.