Como cada fin de semana, iba a casa de mi amigo Juan. Solíamos charlar un rato en su cuarto y siempre hablo yo más que él. Luego salíamos a hacer la ruta de costumbre, la Vía Verde, de seis kilómetros.
Como cada fin de semana, iba a casa de mi amigo Juan. Solíamos charlar un rato en su cuarto y siempre hablo yo más que él. Luego salíamos a hacer la ruta de costumbre, la Vía Verde, de seis kilómetros.