José iba caminando lentamente sobre la pared ancha del malecón, esa frontera marinera que actúa como línea fina entre la realidad y la fantasía. Esa fantasía era algo inalcanzable, aunque estuviera a nueve millas no la pudiera palpitar, oler, sentir, percibir. Le costaba imaginar lo que podría existir en ella, […]