cuidadoconél. Por Yolanda Sáenz de Tejada

Yolanda Sáenz de Tejada
Dicen que él no le conviene, que desde que ella lo conoce se bebe los vientos y las mareas, los diques y los puertos, las piedras y la tierra.

Dicen que ya no es la misma, que solo piensa en su piel de caramelo restregándole su dulzura.

Dicen,
dicen,
dicen…

Ladrar alto y fuerte sobre tus aullidos.
Ladrar.
Ladrona.

Robar:
levantar la piel
de tus
piernas y
escoger
(con mis
dedos)
el fragmento
más tierno.
Devorarte.
Sustraer tu silencio.

Robar:
contar, una a una,
todas las
lágrimas que
derramas
en mis diques y
en mis puertos.
Antes de bebérmelas,
contarlas
de nuevo.
Desfalcar tus dudas.

Robar:
registrarte
los bronquios
mientras duermes.
Dejar dentro
las migas
de mis lunares
por si me pierdo.
Hurtar tus pensamientos.

Y robarte:
atar mis rizos
a tu cuello y
mi desayuno
a tus venas.
Desnudarte
entre mis piernas y
arrojarte a
los monstruos de
mi sonrisa.
Saquearte,
eternamente y
sin piedad
(aunque nadie
apueste por ello),
el corazón.

Yolanda Sáenz de Tejada
Colaboradora de esta Web en la sección
«Tacones de Azucar»

Blog de la autora

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *