Mi pasión inadecuada…
Mi pasión…
ogro que devora
las venas de mi pensamiento.
Terremoto que inunda
de placer
la aorta de mis sueños.
Mi pasión…
maleducada niña
que juega entre tus piernas.
Mosca cojonera
que te silba
el recuerdo de mi piel.
Mi pasión inadecuada…
Hoy
he decidido
educarla.
La he sentado en mis manos
y le he puesto
una venda,
en el alma.
Le he enseñado
el comportamiento humano,
sus gracias
y su dolor.
He llorado con ella
cuando hemos lapidado
su esplendor.
Ahora,
mi pasión
es educada y dice gracias;
pero no le pidas fuego
donde ya no hay brasa…
Yolanda Sáenz de Tejada
Colaboradora de esta web en la sección
«Tacones de Azúcar»
Blog de la autora