Amanecer
Amanece difuso en mi mente,
y mi cuerpo derrumbado es la
sombra chinesca dibujada en el horizonte,
condenado a vagar en silencio
en busca de tu sombra,
soñando aún con tu
promesa rota
de no dejar de quererme.
Y amanece en la ciudad,
y te busco en cada una de sus luces.
Un juego de miradas mudas
ante el peregrinar errante
del poeta que te escribe,
el poeta que te anhela
en cada uno de sus sueños.
(c) Isidro R. Ayestarán, 2014