La leyenda del pazo da Buganlleira. Por Xiao Ameiro
Aquella mañana hacía calor. Las camelias bailaban al son de una cálida brisa, y los petirrojos buscaban entre los frondosos jardines que custodiaban la casa, en busca de insectos con los que alimentar a sus pequeñas crías. Varios pastores alemanes correteaban de un lado para otro, sin un fin aparente,…