En la casa de al lado. Por Agustín Serrano Serrano
Una noche frenética, alcohol y pastillas en abundancia y llegar a casa a media mañana es todo lo que se necesita para no dormir espléndidamente. Pese a las cuatro horas de sueño obligado, la habitación aún da vueltas y más vueltas. La sensación de pánico debido al incesante movimiento es…