Soplando primaveras. Por Salvador Pliego
Mas, así, de aquella uva fértil, de las alpacas en su abrigo de soplos y algodones -féminas del monte y de bondades-, o los nítidos cantantes brinca ramas que en el confín se escabullen, como las crisálidas que a dientes de mar y arena se devuelven al capullo para hilar…