«—Uno —añadió una barbaridad—, uno —repitió— es una porquería sin remedio. Está uno aquí peor que una piedra para que esa gente…» —Ignacio Aldecoa, La urraca cruza la carretera
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Relatos
184- Concatenación. Por Lolitasa Andalusi
El ruido producido por el golpe de la paloma contra el cristal de la ventana del edificio paralizó al viejo en medio de la calle. Llevaba en su oreja izquierda un audífono, que el médico le acababa de poner.
183- Venció el silencio. Por Peregrina
Eran las seis de la madrugada del día 31 de octubre de 1977, Gabriela aguantaba el llanto y no gritaba, demostrando a todos su fortaleza. Una hora más tarde llegó al mundo Alejandro. Gabriela oyó la voz de Gilda, su madre, disponiendo horarios y posturas, encolerizada porque el […]
182- Los secretos del hidalgo. Por Sansón Carrasco
El doctor Cristóbal Suárez de Figueroa, enemigo acérrimo de Cervantes, hizo nacer a Don Quijote en el campo de Calatrava, y allí se llevó el doctor la primera parte del Quijote de Cervantes con la intención de enmendarle la plana y mostrar un Hidalgo que superara en todo al que […]
181- La suerte esta echada. Por Bachir Lehdad
Como cada fin de semana, iba a casa de mi amigo Juan. Solíamos charlar un rato en su cuarto y siempre hablo yo más que él. Luego salíamos a hacer la ruta de costumbre, la Vía Verde, de seis kilómetros.
180- Jazz, swing, jazz. Por Fanny Prices
No toquen esta pieza rápido. Nunca debe tocarse rápido un ragtime. SCOTT JOPLIN Lustró los zapatos de baile con energía, estiró sus pulgares bajo los tirantes y dijo frente al espejo marcando mucho la ese final: jazz.
179- 42 rue de la Fontaine. Por Quetzal
Las respuestas de la vida, el Universo y todo lo demás, se encuentran en el número 42. Lo que pocos conocen es que la verdad, la razón y el significado de las cosas, por tanto se esconden en el número 42 rue de la Fontaine.
178- La última partida. Por Majica
No recuerdo en qué pantalla me encuentro, ni cuántas vidas me quedan, tampoco sé como llegué a este punto del juego… Sólo sé que mi héroe vaga sobre una meseta muy alta, esbelta, pero muy estrecha; la breve superficie que le está permitido recorrer es tan reducida que más de […]
177- Azucena. Por Paco Roijalambre
Me apetece sentarme ante ti, mar. Tú escondes las miles de sensaciones con las que te describió Serrat: ¡Y qué voy a hacer si nací en el Mediterráneo! Me encanta tu cresta canosa y blanca como la azucena, flor que se apoderó de mi nombre.
176- Odio a todo el mundo. Por Dave R’dingan
Reprimía sus ansias de matar a base de comida. Siempre había tenido mal carácter, y sentía un odio acérrimo hacia la sociedad en general, y hacia cuantos le rodeaban en particular.
175- Cata. Por Ariana
La luz de los primeros rayos de sol dieron directo en sus ojos. Cata miró la hora, era temprano. Pero como era un día especial le llevaría tiempo arreglarse.
174- Siete Brazos y tres dientes. Por Lanzalín
– ¿Dónde está? -preguntó al recién llegado, mirándole furiosamente. Los demás, al ver la que se avecinaba, aprovecharon para irse. – Yo no he sido. No me mires así -dijo con un solo brazo en alto, demostrando que no escondía nada.
173- Blanca Peña. Por El conde Sorelestat
… a Blanca, mi exsuegra favorita. Blanca guardó su ropa interior en la maleta, en donde estaban las pocas cosas que llevaría. Hoy empezaba una nueva vida, desde este momento solo le importaba el aquí y el ahora.
172- Sin ella. Por Acrobacias
Estaba decidido.Dirigió sus pasos hacia la antigua sala, aquella en la que había pasado tantos momentos, tantas horas relatando historias a las que llegado un momento dejó de encontrar sentido. Ya no estaba ella para compartirlas, se había ido y no volvería. Desde ese día aparcó todo lo que […]
171- La novia del tiempo. Por Indalina
El hombre se quedó en aquella esquina por cien años viendo escapar el último tren con su billete de sabor a besos. Dejó marchar a la mujer que, a pesar del breve tiempo, fue la novia más antigua porque el amor se le quedó en su falda, intacto como […]
170- El silencio es muy peligroso. Por Socrates
«La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa» (Albert Einstein). Se definía a sí mismo como un hombre equilibrado y poco conflictivo.
169- Inesperadas redenciones. Por Neu-trino
-¿Por qué el Nazareno, siendo Hijo de Dios y Rex Iudeorum, moriría sin dejar padre, madre, hijos, esposa, tíos, hermanos, primos o demás familia? -Se cuestiona Titus, el funcionario romano responsable de la Sección de esquelas del Pretorio.- ¿Dónde estarían su madre o mismamente su pater putativus, en aquellas horas […]
168- Si puede ser, que me pille durmiendo. Por Aurelius
La muerte vino a por ella mientras descansaba; entró sin hacer ruido, sin avisar, de puntillas, con premeditación y nocturnidad, como un vulgar ladronzuelo. Tal y como ella hubiese deseado; siempre la misma retahíla, cuando llegue, que no me entere, si puede ser, que me pille durmiendo. No creo que […]
167- El Tirante De Seda. Por Pigmalión
Antes de que sucediera lo que parecía inevitable, me dijo que necesitaba saberlo todo de mí, y, así, llegaría a mí y me llevaría siempre consigo. Y yo le creí. Sin hacer ningún esfuerzo comenzó a desfilar toda mi vida, mis recuerdos se amontonaban uno tras otro a una velocidad […]
166- El sueño de Adán. Por Adela León
(La Imaginación se puede comparar con el sueño de Adán: cuando él despertó se había hecho realidad. John Keats) Estimada Miss Jones, Como ya le auguré en nuestra primera entrevista, esta investigación no ha sido tarea fácil. Los acontecimientos que he de referirle me obligan a explicarle que […]