Noche que te vas, dame la mano
Lo que le dolía eran las sensaciones que nunca tendría, las que se quedaron por el camino robadas,olvidadas, postergadas para un después que acababa de perder.
Noche que te vas, dame la mano es una novela de Mario de los Santos sobre la pérdida, ya sé que parece otra cosa, que hay un montón de corrupción, unas pobres monjas acosadas por su iglesia y un constructor, un padre que ha perdido a su mujer y su hija, un policía que no sabe hacia dónde va y una mujer en la cuarentena que ni siquiera sabe para que vivir, pero Noche a mí me parece una novela sobre la pérdida de la juventud. Ese momento extraño en que te levantas una mañana y te das cuenta que nada de lo que soñabas a los veinte años se ha cumplido, que la caja de regalo que te dieron está deshecha en un rincón y sin abrir aún. Allí dónde los sueños y esperanzas han caducado y se han perdido. Pérdida irreparable que te necesita reinventarse para seguir viviendo. Y si no consigues reinventarte te mueres.
Cerrado por derribo no es sólo la portada es el libro en sí, cerrado por derribo es lo que muchos sentimos cuando ya pasamos los cuarenta cuando ya ves como el final ese que te han contado no es tal, cuando ves que tu vida no es como la pensabas hace no tantos años. Cerrado por derribo es lo que los personajes de Mario sienten a cada página y desangran en cada palabra, en cada frase. ¿Cómo resistirse a leer eso cuando tu piensas un poco lo mismo?
Y además se van a reír si deciden leerla porque la historia que cubre esa desolación es divertida, unas monjas acosadas por su Cabildo para que se marchen y le allanen el camino a un constructor que se ha dejado ya los cuartos en ese edificio. Envenamientos y asesinatos. El argumento para una novela negra que Mario transforma en una novela de vida.
¿Van a resistir la tentación?
Maite Diloy (Brisne)
Colaboradora de Canal Literatura en la sección «Brisne entre libros»
