Envidia, amargura, desespero. Por Estel
Envidia, amargura, desespero Si tan sólo el séquito de esa Desdeñosa, la Vida, fuera una procesión vivaz y amable de obsequios y blancura, brillante, ceñida de margaritas y cargada de odres de aguamiel, y adornada con perlas y jade; inundada de risas, precedida por el repiqueteo de campanillas y panderos, Abriendo…