33-Algo más. Por Eowin
Malditas las ganas que tenía ese día de ir al curso. Aún en la cama y con los ojos cerrados, Puri volvió a repasar mentalmente la noche anterior.
Malditas las ganas que tenía ese día de ir al curso. Aún en la cama y con los ojos cerrados, Puri volvió a repasar mentalmente la noche anterior.
A mi padre le alcanzó la crisis de la construcción en el momento que había logrado un cierto bienestar:
Todo sería más fácil si fuera capaz de olvidarme del colgajo que llevo entre las piernas. El roce del escroto contra la cara interna de mis muslos hace que mis genitales adquieran una presencia insoportable.
«Nunca te emborraches fuera de casa» Jack Kerouac. La idea era buena en un principio, recuerdo: estudiar en la universidad letras, literatura y gramática castellanas, aprender con cierta soltura un segundo o tercer idioma incluso, viajar al menos una vez al año al extranjero sin repetir los continentes y hasta donde lo permitiese el dinero siempre escaso y luego escribir, primero en un cuaderno foliado, luego en una Olivetti automática y posteriormente en un portátil de última generación. Pero la práctica es otra cosa.
Cuando la tormenta pasó ya nada era igual, nadie era igual.
¿Y tú que miras? ¿Nunca has visto un tío borracho, o qué? Sí, llevo un pedo encima que ni te cuento, ¡qué pasa!.