Ya nos van llegando las fotos de los finalistas del premio especial y lo que han querido contarnos.
PE-Nº1- Tan pequeño… Por Deucalión
María Dolores Moya Gómez
Murcia -(España)
Lola/Loli para amigos y familiares, nací en Lorca el 7 de diciembre del 71, residiendo en Murcia desde los 18 años. Licenciada en Matemáticas, una lesión me apartó para siempre de mi mayor desahogo, el tenis, y, cosas de la mente, me encontré con la necesidad imperiosa de escribir cuentos infantiles y juveniles que aparecían en mi mente; sólo salían del cajón para ser leídos a mis dos hijos.
Dos años más tarde, trabajando como estadística en la Universidad de Murcia, una nueva compañera demostró su valía en eso de la orientación, desafiándome a presentarme a un concurso de microrrelatos. ¡Pensé que estaba loca! Nada más escuchar las bases me apareció una escena. Escribí un micro redondo, quedó en segunda posición; un besico, Olga. El siguiente reto fue el famoso concurso mensual de micros de abogados, leí las cinco palabras obligatorias y apareció otra historia en mi mente; llegué también a la final y me publicaron en su antología.
Eso de ver mi micro publicado junto a mi nombre pasó de ser un verdadero corte a ser un verdadero vicio. Pero me faltaba formación. No sé cómo, Enrique Tamarit Cerdá me pescó de entre las redes sociales, y en los inicios de su grupo de microrrelatos yo estaba dentro, junto a microrrelatistas exitosos. Él me enseñó a transformar una buena idea en un buen microrrelato. Han sido más de cinco años de alegrías con los micros, aunque siempre a las puertas de ganar algún premio.
Entre tanto, descubrí que mi amigo y compañero de oficina, Javier Trescuadras, comenzaba su andadura en este mundillo. Se empeñó en que debía escribir cosas más largas, dándome muchos consejos; nos presentamos al VIII Certamen de Narrativa Breve de esta casa y fue muy divertido, desde entonces no he faltado a esta cita. Allí me crucé con José María Araus Sancho, clave para que siguiera escribiendo relatos, él me dio alas. Después he tenido el lujo de poder dar la lata a Rafael Borrás Aviñó; admiro su arte en este oficio y, por supuesto, su verborrea. Y su paciencia conmigo. Gracias, os debo haber logrado plasmar en papel mi Tan pequeño…
Ignacio Fajardo Portera
Zaragoza (España)
Nací al mundo en Madrid en 1961, y a la literatura un poco más tarde, o sea hace cuatro días. Pese a todo parece que no lo hago mal del todo y en estos cinco años he tenido el honor y la satisfacción de recibir algunos premios. Podría decir que con Canal Literatura se me cayeron los dientes de leche y comencé a caminar, pasito a paso, en este territorio de la escritura. Por eso, cuando leí la convocatoria del Premio Especial sobre la Reconciliación, no pude evitar sentirme tentado a participar, primero por el cariño que le guardo al Canal y luego porque el tema propuesto me resultó muy atractivo. Así que estar entre los finalistas del certamen provoca en mí un doble sentimiento de alegría y agradecimiento. Gracias Canal Literatura, gracias lectores.
Un saludo cordial.
Ignacio Fajardo Portera -Zaragoza (Mar Mara)
PE-Nº4-Hambre, Victoria, Guerra y Muerte. Por Viento Guevara
Manuel Reyes López-Guevara
Murcia (España)
Veo casi imposible escribir una crónica sobre mí mismo. Así que mejor voy a dejar que brevemente algunas palabras por orden alfabético intenten contar alguna verdad sobre mí:
Con la “A” Apasionado;mi padre dice que busque lo que mejor se me de en el mundo y haciéndolo sea feliz, la última actualización al respecto por mi parte es: “busca lo que mejor hagas en el mundo y mientras te mueres de hambre intenta forzar una sonrisa”. Con la “B” Bueno; tengo la antinatural y horrible costumbre de ser bueno aunque creo que voy a cambiar la estrategia y llevar una vida muy mala para redimirme y volverme bueno en el último momento. Ya que esta visto que vales lo último que haces. Con la “C” Creativo. Con la “D” Disciplinado. Con la “E” Escritor: y aquí descubro que las vocaciones no se eligen sino que te escogen ellas para arruinar tu vida y la de quienes te rodean. Con la “F” Formado: Cómo gran parte de mi generación; soy un “JASP” joven aunque sobradamente preparado, de lo cual esta Alemania muy agradecida. Con la “G” Genial: Lo cual ejerce un raro contraste con la siguiente. “H” de Humilde. Con la “I” Inventivo: que nos llevaría de nuevo a la ”C” de creativo y no aydaría a saltarnos “R” de redundante pero prefiero que sea de ritmo, como cuando vas a caballo. Y esto nos deja ya en la “J” de jinete: que le vamos a hacer estoy enganchado y escribo más al galope sobre Viento que al paso en un escritorio. Con la “K” Kafkiano: si esto es por raro, por extraño por no humano y también porque no hay muchas palabras bonitas con k en castellano.Con la “L” soy Leal. “M” de Meticuloso. Con la “N” Narrador: y esto, esto es una maldición mi vida es narrada en mi cabeza por una voz en off.Llegamos a la “Ñ” y os digo que no soy nada Ñoño. Con la “O” Observador: y es que decía Shakespeare que el universo tiene música para aquellos que escuchan, sobre todo con los ojos. Con la “P” Perseverante. Con la “Q” (millones de..) “Quarks”: Unidad fundamental de la materia invisible a los ojos y que ha constituido todo lo que nos rodea ¿cómo? Pues por muchos datos que invnetemos y desarrollemos MAGIA. Con la “R” Rápido. Con la “S” Sabio: pero no un sabio con larga barba blanca, ni siquiera una rata de biblioteca, sino uno que es lo bastante sabio para saber que nunca es el más sabio de una, sala de una gala ni siquiera en una conversación. Con la “T” Todólogo: estamos infoxificados intoxicados de información y eso nos lleva en realidad a no saber nada. Con la “U” Único: ¿Existe el plural de “Yo”? y no hablo de “nosotros” ¿existe “yoes”? ¿o es la forma que tiene de decirnos la lengua de que somos únicos?. Con la “V” Veraz: el único modo de estar en paz. Con la “W” Windsurfista. Con la “X”(anti)Xenófobo: ¿hay alguna forma de ser Xenófobo sin sufrir una enfermedad mental? Si un xenófobo perdiera la memoria dejaría de odia. Con la “Y” Yañez: Apellido cuya dueña espero tener siempre a mi lado. Y con la “Z” Zarpamos: Empecemos vayámonos que comience ya este viaje así que por último intercalo de nuevo la z y os digo que he finalizado.
PE-Nº16 – El lenguaje del olvido. Por Pléyade
Laura Cabedo Cabo
Torrent- Valencia (España)
Nací hace media vida y desde entonces he amado las palabras. Escritas, susurradas, impronunciables, volanderas, tercas como mulas…
Las palabras me han traído algunas alegrías en forma de premios, pero lo mejor es la satisfacción de saber que han sido entendidas y apreciadas, que han cumplido el propósito por el cual salieron de mis dedos. El compartirlas como piedrecitas aquí con vosotros, es un regalo. Tuve la suerte de quedar finalista de Canal literatura en otra ocasión y empezar a conocer gente con esta misma sed mental.
He participado en este concurso porque me gusta hablar de sentimientos y sobre todo darles cuerpo en el papel. Creo que la literatura se deshumaniza cuando alguien desdeña los temas intimistas por considerarlos pasados de moda. Precisamente el origen de la escritura es la necesidad de transmitir nuestro interior a otros. Ha sido hermoso ver que hay tantas formas divergentes de llegar al entendimiento, a esa reconciliación a veces tan difícil pero nunca imposible. ¿Os dais cuenta de lo maravillosa que sería la vida si todos nuestros relatos se hicieran realidad? Yo creo en ellos y creo que las palabras pequeñas salvarán algún día el mundo. ¿Alguien más se apunta? Suerte a todos los creadores.
PE-Nº20 – Déjame en ti. Por Vía Láctea
Gervasio Alegría Mellado
Gijón – Asturias (España)
Tenía que haberme puesto el seudónimo de Boccaccio en este concurso, puesto que en el de relatos me puse el de Petrarca. Nunca sé lo que soy, si un poeta que escribe relatos o un cuentista que escribe poemas. Seguro que ni una cosa ni la otra. ¿Estaré todavía en la crisis de identidad de la adolescencia? Así… nunca llegarás a nada, me diría Juan Benet.
Me gusta que la prosa sea poética y que el poema sea claro y transparente. Que ambos broten y fluyan y salten como los manantiales de alta montaña.
Me gusta que la fuerza del relato y del poema resida en la trabazón del lenguaje, en la sonoridad del verso y del período sintáctico, en su cadencia, en la sorpresa de la imagen insólita o provocativa
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Me gusta que las palabras estén vivas en cualquier escrito, en cualquier ubicación dentro de la frase o del verso, que suenen como campanas y que vibren como las copas de un cristal fino de bohemia. Neruda diría que “brillen como piedras de colores, que salten como platinados peces”.
Las formas de la escritura, como las razas de los animales, son más fuertes cuanto más híbridas. Hay que difuminar las fronteras entre los géneros. Hay que mezclarlos para que mejoren
“A estas alturas ya no persigo la gloria literaria, solo que alguien me lea y se emocione”. Con esta declaración terminaba yo mi otra reseña. Y en ella me ratifico. Por eso me presenté a este concurso de Historias de Reconciliación, porque admite las formas del relato y del poema y porque aún creo en el corazón del hombre.
