Nº65- El viaje de Eros. Por Libelula

El viaje de Eros, del cual poco se sabe hasta hoy, es una de las cuestiones que más han preocupado a la humanidad. En primer lugar tratare de explicar, aunque no resulta nada fácil, quién es Eros y de dónde viene, si no lo hiciera así me perdería yo mismo en la historia que pretendo relatar. Es casi imposible describir al protagonista de esta historia ya que cada cual se lo puede imaginar como quiera. Para la civilización griega era el dios del amor. Tampoco sabemos casi nada del lugar de procedencia de éste. Siendo tan poco, pues, lo que sabemos de tal personaje, yo me limitare en el presente relato a describir mi propio Eros.

Eros viene del planeta melancolía, parece ser que allí perdió algo y siempre quiso regresar. Cuando estaba en su añorado planeta no tenía ninguna preocupación, no sabía quién era él, pero esto tampoco le preocupaba en absoluto. En su planeta no hacía frio ni calor, la temperatura siempre era agradable. Tampoco había estaciones. No existía el tiempo tal y como ahora lo conocemos, solo importaba el aquí y ahora.

Eros pasaba la mayor parte de su presente durmiendo, no tenía otra cosa que hacer. Cuando dormía sentía un placer inmenso, pero lo que más le gustaba eran las historias que le relataban, mientras dormía, sobre aventureros que habían viajado a otros planetas aún sin explorar. Eros era un amante de la aventura, pero lo que más le gustaba era viajar en sueños, sabiendo que despertaría en su conocido planeta, protegido y a salvo.

Otra de sus aficiones era bañarse en un lago pequeño y de dimensiones acordes a su propio tamaño. Se sumergía y buceaba, dando volteretas sobre sí mismo. Cuando buceaba a las profundidades podía escuchar una dulce voz que cantaba canciones. También le decía, aquella voz, que algún día él visitaría nuevos planetas.

Un buen día para nosotros y un espacio de tiempo sin medir para Eros, tuvo un desagradable sueño. Soñaba que estaba bañándose en el lago, cuando de repente escuchaba voces que gritaban y lo llamaban, una fuerte corriente lo empujaba a las profundidades. La fuerte corriente empujaba a Eros hacia una grieta. Él se decía a sí mismo: » Esto no puede ser real. ¿Cuándo despertaré?». Nunca despertó, su sueño de realizar un viaje en busca de otros planetas se había hecho realidad.

Una vez en aquel nuevo planeta, Eros sentía mucho frio y además le faltaba el aire, se ahogaba. Por primera vez lloro. Tampoco podía abrir los ojos, le molestaba la luz. En aquel planeta había demasiada luz, ruido, y también hacía mucho frio. Estaba tan asustado que mantenía los ojos cerrados, prefería dormir y esperar. Mientras dormía soñaba que despertaba en su conocido planeta tras un  sueño.

Con el tiempo fue haciéndose a la idea de que quizás jamás despertaría, posiblemente no se trataba de un sueño. Poco a poco fue abriendo los ojos, tenía curiosidad por conocer a los habitantes de aquel extraño planeta. Cuando los vio sintió por primera vez en su vida un miedo inmenso, eran gigantes.

Eros se decía a sí mismo: » Me van a destruir. ¿Y si me comen? Estos gigantes deben comer mucho». Tampoco entendía nada de lo que decían, hablaban a gritos. Esto le molestaba mucho y comenzaba a llorar. Eros lloraba para no ahogarse, algo que aprendió fue que cuando le faltará el aire, hiciera mucho frío o le molestara el ruido podía llorar para aliviar su sufrimiento. Fue pasando el tiempo, Eros no era aun plenamente consciente pero comenzaba a intuir lo que aquel representaba. Esto le angustiaba ya que él nunca antes había experimentado aquella sensación tan desagradable.

También Eros fue experimentando otros cambios, por primera vez empezó a notar su cuerpo. Pasaba horas tocándose y reconociendo todas las partes de su pequeño cuerpo. ¡Cuanto placer sentía llevándose cosas a la boca! Cada vez se iba sintiendo más feliz, su sueño se había hecho realidad. Se había convertido en el explorador de un nuevo planeta, el de los gigantes como lo llamaba Eros.

También comenzaba a entender lo que decían los gigantes, estos le daban la bienvenida a su planeta. A Eros le resultaba familiar aquella voz tan dulce que era la misma que le hablaba en sueños y le cantaba canciones en el lago.

¡Cual fue su sorpresa cuando se vio a sí mismo y pudo compararse con los gigantes! Era como ellos pero en pequeño. Eros cada día se hacía más preguntas: «¿Entonces, los gigantes también vinieron del planeta melancolía, qué es real, este planeta o el de la melancolía?»

Un día para nosotros y para Eros también, descubrió sorprendido que podía comunicarse con los gigantes. Las palabras le vinieron por si solas, sin darse cuenta dijo: » Mama, papa». Los gigantes se alegraron mucho y le dijeron que llevaban mucho tiempo esperando aquel momento, el momento en que Eros los reconociese y se sintiese agradecido hacia ellos ya que fueron quienes lo trajeron del planeta melancolía.

Pero la felicidad de Eros se vio turbada por unos horribles sueños en los que aparecía un fantasma y le decía que el planeta de los gigantes no existía, que no era más que un sueño y que cuando despertara ya no volvería a ningún lugar, desaparecería. Tampoco le perdonaba, el fantasma, que hubiera osado ser feliz en aquel planeta, olvidándose del planeta melancolía. Eros no sabía que hacer, se sentía angustiado. Otra vez el aire le resultaba irrespirable, la luz le molestaba y el ruido era insoportable. Además veía al fantasma en todos los lugares, a veces le parecía reconocerlo en el rostro de los gigantes.

¿Cómo podía sucederle todo aquello al pobre Eros? Él únicamente hacia algo tan sencillo como disfrutar de los placeres, sentir y amar. Una noche el fantasma se dirigió a Eros y le dijo:

Mira hijo mío, no tienes que tener tanto miedo. Yo soy el guardián de la vida. Sin mi el planeta de los gigantes no existiría, si no fuese por mi tú tampoco estarías aquí. Gracias a mi eres consciente de la existencia, pero tendrás que obedecerme, o si no…

Eros muy asustado pregunto:

            – ¿Qué pasaría si no te obedezco?

            – En ese caso te destruiría y dejarías de existir – contesto el fantasma.

Así Eros aprendió que en aquel planeta no podía amar siempre. También se dio cuenta de que todos los habitantes tenían miedo a vivir y amar.

Pasaron los años y Eros fue creciendo hasta convertirse en un niño. Muchas veces sus padres no lo entendían. Gritaba y alertaba a estos sobre la presencia del fantasma, pero estos decían que no hablaba como los otros niños y se mostraban preocupados por que pudiera estar enfermo. Sin embargo Eros adivinaba el miedo en la mirada de estos.

Pasaron años y años y allá por donde fue encontró miedo e incomprensión. Finalmente llego a ser un gigante más que juega con los diminutos niños y se estremece cuando los escucha llorar, pues aún recuerda algo de aquella verdad. El miedo aún no pudo minar sus ansias por vivir.

Bien, ésta es la historia de Eros tal y como yo lo conocí. Si quieren conocer la suya propia, la de su propio Eros, sigan buscando el amor. Eros es un explorador y siempre anda viajando y ofreciendo su amor al mundo.

 
 

28 comentarios

  1. Pasé de nuevo por aquí, tan sólo para agradecer que me dieras tu voto y desearte mucha suerte en lo que verdaderamente importa.

  2. Extraño mundo en el que Eros aterriza. Un mundo en el que las personas tienen miedo a vivir, se amilanan ante el verbo amar, se esconden ante la posiblidad de disfrutar, sin pensar mucho más allá. Un universo de gigantes que se olvidaron de ser niños. Un mundo irreal que no conocemos y que nos resulta de ciencia-ficción ¿o no?

    Mucha suerte.

  3. Un cuento muy imaginativo, me ha gustado esa voz que le canta y le produce sosiego en ese lago que, a mi entender, representa el utero materno donde no existe el miedo.
    Creo que necesita un repaso en la construcción de algunas frases,utilizar mejor los pronombres sin repetir constantemente el nombre del protagonista o de los gigantes y un repasillo de ortografía.
    Suerte Libelula,la historia es muy bonita. Lo demás se aprende y aquí aprendemos unos de otros. 🙂
    Saludos afectuosos.
    Freya

    • Gracias por sus comentarios.

      Exactamente sería el utero, es una metáfora del nacimiento.

      La verdad es que este concurso me está sirviendo mucho para aprender, por ejemplo a cuidar los detalles, como bien indica usted y otros compañeros.

  4. Eros, el Dios del amor que habita el planeta melancolía y que un día, a través de un sueño, llega a un planeta donde ya no puede amar siempre y sus habitantes tienen miedo a vivir y a amar. Desde luego lo que rebosa tu relato es imaginación, Libélula. Y ganas de contar lo que tienes dentro. Gramaticalmente, yo, si me permites el consejo, te diría que, releyendo un relato después de dejarlo un tiempo, suelen descubrirse repeticiones de palabras y otros detalles sencillos.

    Suerte

    • Gracias por sus comentarios. La verdad es que fue un intento de plasmar sensaciones desde mi propia individualidad.

      Por eso la forma de mito, porque la infancia es olvidada, no es posible un recuerdo solido de ella.

      Tiene razón, estaría mucho mejor con buenos repasos ortograficos y gramaticales.

  5. Odiseo González

    Me recordó el cuento que se narra en el «El asno de oro» «Eros y Psique». Me gusta. Suerte.

    • Gracias por su comentario. Miraré el cuento que comenta, no había escuchado hablar de él.

  6. Interesante cuento plagado de metaforas existenciales. Enhorabuena por tu imaginación

  7. Un cuento bonito y casi mágico por como va describiendo el nacimiento, la existencia, la búsqueda espiritual, los miedos, el amor…
    Coincido en la apreciación expresada por J.B. Ballantines, pero me ha gustado.
    Suerte en el certamen.

    • Gracias por tus comentarios. Y estoy de acuerdo contigo y Ballantines. No pare suficiente atención en el detalle.

      ¡Suerte para ti también!

  8. J.B. Ballantines

    Un relato imaginativo y original. Creo que mejoraría si se quitase el primer y el último párrafo, por aquello que suele decirse de que los relatos no se explican. Quedaría más redondo, en mi modestísima opinión.

    Enhorabuena y suerte.

    • Gracias por sus comentarios.

      La verdad es que tiene razón. Me deje llevar más por la historia conforme la relate, y no pare más atención en estos detalles. La forma también tiene su importancia. Tomaré nota de estos detalles.

      Un saludo!

    • Me olvidaba, con las prisas.

      Mucha suerte también!

  9. Me encanta compartir este certamen con autores con tanta sensibilidad e imaginación. Creo que esto es así en general y desde luego en Libelula.
    De alguna manera leer tu relato ha sido una aventura llena de amor. Yo no puedo darte lecciones sobre gramática o estilo y aunque creo eque esto es importante, lo más importante es la comunicación y transmitir una idea o sentimiento, tu lo has conseguido. Gracias y suerte,

    • Le agradezco sus amables palabras. Me doy por muy satisfecho si algo de ese amor que yo sentí al escribir el relato ha llegado a buen puerto.

      A mi también me alegra que podamos compartir y comunicar nuestros sentimientos a partir de lo que cada uno de nosotros hemos escrito.

      Un saludo, gracias a ti también, y suerte!

  10. No estoy seguro de que sea un relato, pero sí una exhaustiva y lúcida lección de Mitología. O simplemente una historia, tal y como lo califica el autor.
    La afición por el tema se trasluce en cada frase. Más que afición, entusiasmo.
    El texto mejoraría, sin duda, con un buen repelado gramatical.

    • Gracias por sus comentarios.

      Es la primera vez que presento algo en público y precisamente también quería saber como esta el texto a nivel gramatical, entre otras cosas. Siendo así usted ya me ha hecho alguna sugerencia y tomo nota.

      Saludos!

  11. La búsqueda de la verdad, a través de la razón en unos, del amor en otros, sin perder la inocencia de espíritu y luchando por mantener esa esencia..
    Creo que tu historia se puede traducir en varias cosas, yo me quedo con esta impresión .
    En cualquier caso a través de un bonito cuento me has hecho reflexionar.
    Felicidades!!.Suerte.

    • Muchas gracias.

      Me alegro que te haya sugerido multiples interpretaciones y haya servido a la reflexión. Incluso en sí mismo no deja de ser un ejercicio fallido de introspección, como toda buena introspección que siempre será incompleta, tendrá que continuar y siempre estará abierta mientras vivimos.

  12. Precioso cuento. Te deseo mucha suerte.

  13. Interesante cuento sobre la existencia humana y su relación con Dios o con el dios de cada civilización. Yo veo a Eros como a Cupido, nunca crece y por lo tanto, nunca escarmienta. Felicidades por el precioso relato y suerte.

    • Muchas gracias. Te deseo lo mismo.

      Sí trata sobre la angustia existenciales,trato de plasmar un concepro abstracto en vivencias. La verdad que siempre me gusto la novela filosofica, por ejemplo la de Unamuno.

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